Con un ojo apuntando a la zona prohibida de la clasificación y el otro pendiente de todo lo que ocurre a su alrededor, el Mallorca confía en reforzarse sin tener que fiarlo todo a la competitividad del mercado. Obligado ya a recurrir al bazar para encontrar alguna pieza de saldo que encaje en su defensa y contribuya a sellarla, el club espera que la evolución de los inquilinos de la enfermería le quite un peso de encima. Principalmente en el centro del campo, donde a principios del nuevo año debería recuperar a dos efectivos, Pep Lluís Martí y Joao Victor, que ampliarán su fondo de armario y el catálogo de recursos con el que abordar el segundo ciclo de la temporada.
Aunque la dirección deportiva va a estar muy pendiente de las oportunidades que pueda encontrar para la zona ancha, parece que en el círculo central hay elementos de sobra. Además de Thomas o Riverola, que con el paso de las jornadas ha ganado algo de protagonismo, Oltra ha encontrado petróleo al apostar por Álex Vallejo y se ha podido permitir incluso el lujo de prescindir de uno de los fichajes más llamativos del verano, Iñigo Pérez, con el que apenas ha contado últimamente.
Dudas
Si Martí y Joao Victor regresan en plenas condiciones el Mallorca dispondrá de una brújula renovada y ganará en liderazgo en uno de los sectores más conflictivos del campo. Sin embargo, será el tiempo y la propia competición la que lo determine, ya que tanto el mallorquín como el brasileño afrontan una puesta a punto plagada de interrogantes y algún que otro punto negro.
En el caso de Martí, su lesión no tiene nada que ver con la de Joao. Destapó la temporada a un buen nivel y tiró del equipo unas cuantas jornadas. Hasta que, a mediados de noviembre, a caballo entre el partido contra la Ponferradina y el de Riazor, se lastimó los isquiotibiales durante un partidillo de entrenamiento contra el filial. Un problema habitual, aunque teniendo en cuenta su edad y su recorrido podría derivar en complicaciones. No obstante, en el Mallorca creen que todavía tiene mucho que aportar y que su personalidad será clave en el avance del grupo en dirección al ascenso.
Más compleja resulta la situación de Joao Victor, que lleva catorce meses en blanco por sus problemas de rodilla. El club no ha especificado cuál es su estado actual, aunque en las previsiones elaboradas por los servicios médicos se apuntaba a su regreso como «un regalo de Reyes». El brasileño, marcado por el infortunio desde que viste de rojo, está ansioso por entrometerse otra vez en la rutina del equipo y por demostrarle a Oltra que está preparado para seguir sumando.
Si en los dos casos el Mallorca encuentra la luz casi todas las necesidades del centro del campo se basarán en localizar algún futbolista interesante para actuar por los costados, ya que es ahí donde presenta sus mayores carencias.