El estado de permanente guerra civil en el que vive instalado el Real Mallorca se detiene solo cuando empieza a rodar el balón. El domingo, en el estadio de La Victoria, y durante noventa minutos, las hostilidades entre los dos apoderados se interrumpirán, pero posiblemente el mismo domingo o a más tardar el lunes volverán los disparos desde alguno de las dos trincheras. En una está instalado Serra Ferrer y en otra Biel Cerdà mientras Claassen espera la llegada de 'fuego amigo'. La batalla empieza a no respetar al balón y las personas que rodean la línea de fuego padecen los daños colaterales del enfrentamiento.
Sin ir más lejos cada viernes el entrenador del primer equipo, José Luis Oltra, se ve en la tesitura de atender a los periodistas que como es lógico le consultan sobre los líos de la semana, que no son los líos de hace siete días ni serán los de la próxima porque cada par de días pasa algo que aunque parezca imposible supera a lo anterior. Ante esto solo queda refugiarse en el trabajo diario y sortear el fuego. En definitiva, Oltra después de casi medio año en Palma empieza a acostumbrarse a habitar entre el caos, entiéndase esta expresión como el paradigma del desorden y de la confusión.
Ayer fue un viernes cualquiera en Son Bibiloni: el comunicado de Biel Cerdà, su visita al vestuario el pasado domingo, la crisis institucional, la marcha de Geromel y algo de fútbol, algo del Jaén, que para eso es el rival del domingo. Sobre los conflictos permanentes que se han visto de un tiempo a esta parte acrecentados por el distanciamiento entre Cerdà y Serra, Oltra intentó driblar las cuestiones más punzantes. «Nuestra opinión no cuenta y no sirve y lo único que genera es más follón», declaró el valenciano, consciente de que cualquier manifestación más o menos profunda podría aumentar la combustión del fuego. El técnico recordó sin ir más lejos que ayer los medios estaban llenos de informaciones relacionados con la sentencia que culpaba a Grande y Martí Asensio de la grave situación económica que ha afectado al club y al hilo de esa cuestión, el preparador recordó que en el Mallorca los conflictos son ya el pan de cada día. «Aquí a vosotros os faltaría algo si os quitan las peleas..¿cuánto tiempo hace que no hay una pelea o paz?... se convive con esto y nosotros intentamos que no nos afecte. Unos jugadores estarán más acostumbrados que otros. Ha habido una sentencia también ahora [contra Grande y Martí Asensio] y para vosotros es estupendo y está fenomenal porque llenáis los programas de radio y los periódicos, pero yo me salgo radicalmente, no quiero saber, me lo cuentan, me entero, pero no voy a tomar parte y voy a centrarme en hacer mis cosas y hacerlas bien», reflexionó el técnico del equipo balear.
Pero cuando no es una reunión del consejo o un comunicado, es que el presidente entra en el vestuario minutos antes de un partido de Liga. Con el clima de enfrentamiento se hace difícil hablar de fútbol, pero José Luis Oltra quiere cambiar esta costumbre. «Me centro en lo deportivo, lo demás os lo dejo a vosotros. Ya he dicho mucho y lo importante es la entidad y dentro de la entidad lo importante es lo deportivo y punto y cada uno que interprete lo que quiera», dijo Oltra.
«Lo importante es la entidad y dentro de la entidad lo importante es lo deportivo y punto y cada uno que interprete lo que quiera»