La historia del Real Mallorca la escriben sus protagonistas. Ellos son los que redactan el guión y estos últimos años han sido mucho los actores principales que se han encargado de escribir una de las épocas más convulsas a nivel institucional que se recuerdan en la ya larga vida del club balear. Este mes de noviembre se cumplen 5 años de uno de los mayores esperpentos a los que asisitió con asombro la afición del Mallorca: la frustrada venta del club a Paul Davidson.
El tiempo ha pasado tan rápido y las historias se han sucedido en forma de cascada, lo que hace que se pierda la perspectiva, pero la negociación entre Grande y Davidson marcó el inicio de una crisis mayúscula y superlativa.
Comunicado
El 21 de julio de 2008 un comunicado del Grup Drac anunciaba el preacuerdo entre Grande y Davidson ante la sorpresa general de todo el entorno malloquinista. Hasta esa fecha, el hombre con el que se había negociado era el también inglés Freddy Shepherd, pero quien finalmente cerraba el acuerdo con el propietario del club era este risueño y enrojecido empresario apodado ‘The Plumber». La cifra 38 millones de euros y los detalles de la negociación, que se fue destapando día a tras día, indicaban que Grande permanecería en el club como presidente y encargándose de la sección de fútbol.
Con el paso de la semanas, Davidson fue ganando protagonismo en unos medios ávidos de conocer pormenores de la operación, detalles del proyecto deportivo y sobre todo, conocer el plan general de un empresario que se hizo supuestamente millonario vendiendo tuberías, de ahí el apodo de ‘el fontanero'. No tardó mucho el inglés en despertar las primeras sospechas entre la afición. Su objetivo era la Champions y convertir al equipo en un grande de la Liga. Los medios alimentaban una función marcada por la incredulidad, por las continuas idas y venidas, por negociaciones interminables y por falsas promesas. El primer conflicto apareció en septiembre de 2008 cuando se debía sellar la compraventa y en una reunión que tuvo lugar en Son Moix, el inglés se presentó sin ninguna oferta en firme, pidió más tiempo y Grande le comunicó que tenía más ofertas por el club. Davidson ganaba una prórroga, pero poco a poco la negociación fue avanzando hasta el punto de que los documentos de compraventa se firmaron...pero faltaba pagar. Hasta en dos ocasiones dio plantón. El primero y más esperpéntico fue la ‘espantada' del 29 de octubre de 2008 cuando todas las partes se citaron en las oficinas de Barclays y quien no apareció fue Davidson. El último capítulo se escribió el 12 de noviembre. Tampoco ahí apareció el inglés. Desapareció. Así sigue. Pero el daño que hizo todavía se paga.