Los caminos de José Luis Oltra y Paco Herrera convergerán de nuevo este domingo en una de las orillas de Son Moix. El valenciano y el catalán, probablemente los dos técnicos con mejor cartel de toda la Segunda División, acabarán de condimentar uno de los partidos más grandes de la categoría, que además sorprenderá a los dos equipos en un momento especialmente conflictivo de la competición.
A principios de verano, cuando la división de plata aún empezaba a definirse, las sombras de Oltra y Herrera cubrían casi todos los grandes proyectos que se dibujaban. Sus ascensos de la temporada 2011-2012, que devolvieron la gloria al fútbol gallego, les convertían en un reclamo imprescindible para los clubes ansiosos por volver a meter la cabeza entre los grandes. Por otra parte, ni uno ni otro pudieron disfrutar de un trayecto completo por la categoría que habían conquistado meses antes y llegaron sin equipo al cambio de temporada.
Curiosamente, cuando Llorenç Serra Ferrer empezó a trazar los planos del nuevo Mallorca y a definir el camino de vuelta apuntó los nombres de ambos en un lugar preferencial de su libreta. Buscaba el pobler a un técnico habituado a la categoría y con experiencia y tenía muy claro que de esa dupla debía salir el elegido para pilotar la nave rojilla. De hecho, la primera opción era la del hoy entrenador zaragocista, con el que estuvo negociando a principios de junio, justo después de descartar públicamente la continuidad de Manzano. Sin embargo, la operación no cuajó —el entrenador exigía un contrato de dos temporadas y la dirección deportiva solo le ofrecía uno— y activó enseguida el plan B, que culminó días después con la presentación de Oltra en las entrañas de Son Moix. Herrera, por su parte, eligió más tarde al Zaragoza y preparó el terreno para un duelo apasionante que el domingo vivirá una entrega especial.
Oltra y Herrera se conocen y admiran, además de guardar una curiosa relación en su historia de enfrentamientos. No coinciden en un terreno de juego desde hace algo menos de un año, cuando moldearon en Balaídos un derbi gallego en el que tanto uno como otro hicieron lo posible por convertir el duelo en una fiesta. Ese día, los goles de Mario Bermejo y Juan Domínguez mantuvieron equilibrada la balanza aunque un año antes fue el Oltra quien marcó la pauta. Su Deportivo, que en 2012 batió las mejores marcas de puntuación que había registrado hasta entonces la Segunda División, se impuso en los dos duelos directos (2-1 y 2-3) y se vengó de un Herrera que en la 2008-09 ya le había arrebatado los tres puntos en un partido entre Tenerife y Castellón escenificado en el Heliodoro (1-2).
En el apartado estadístico, tanto Oltra como Herrera se enfrentan a dos adversarios que se les suelen atragantar. Tanto, que ninguno de ellos ha celebrado todavía una victoria frente al rival que tendrán delante este domingo. En cuanto a Herrera, se ha entrometido tres veces en la vida del Mallorca y nunca ha celebrado una alegría completa. Empató ante el Mallorca de Serra como técnico del Badajoz (2-2, 1992-93), cayó con el Numancia en Son Moix (2-1, 2000-01) y la temporada pasada evitó que el equipo de Caparrós levantara el vuelo en el campo del Celta (1-1). Pero nunca le ha ganado.
Tampoco a Oltra le ha ido mejor contra el Zaragoza, al que se he medido dos veces en Segunda y otras cuatro (las últimas) en Primera para forzar dos igualadas y padecer cuatro derrotas. El preparador bermellón ha retado al conjunto maño desde los banquillos de Tenerife, Almería y Deportivo, pero en ningún caso ha podido atrapar la victoria.
Ahora, en cambio, el Zaragoza llega en el mejor momento posible para el entrenador mallorquinista, que fantasea con hilvanar su tercer triunfo seguido y dar otro golpe de autoridad en casa. Tras un agitado inicio de campaña, Oltra parecer haber encarrilado al grupo balear. Justo lo contrario que el Zaragoza, que viene de perder en su propio estadio ante el Recreativo. Además, ha caído en seis de sus últimas siete visitas a la capital balear y no se impone al Mallorca como visitante desde la campaña 2004-05.