El Mallorca buscará esta tarde ante el Mirandés (17:00 horas, Son Moix) tres puntos que oxigenen su situación en la tabla, aumenten la autoestima del equipo, inyecten moral en la afición y sean a su vez un golpe de efecto necesario para armar la motivación del grupo y enfilar el camino de la gloria. Tras la dudas despertadas en este arranque de temporada, donde José Luis Oltra ha estado situado ya en el punto de mira, el Mallorca tiene hoy la oportunidad de desterrar un buen puñado de fantasmas si logra exhibir una versión similar a la ofrecida en la primera parte frente al Hércules la pasada semana. Sin embargo, existe un contratiempo inesperado, la lesión de Pep Lluís Martí, que le impide estar ante el Mirandés y a su vez obliga al entrenador a variar los planes y apostar por un nuevo dibujo en la creación.
Ante el Hércules el encuentro no pudo empezar mejor, pero con el paso de los minutos el equipo se desdibujó. Precisamente esta semana Oltra ha trabajado especialmente en evitar esas ‘pájaras' terribles que invaden al equipo tras el descanso. Sin embargo, y pese a la sensación de falta de confianza exhibida en muchos minutos en estos últimos dos encuentros, el Mallorca lleva precisamente dos partidos sin perder y hoy, de ganar, aumentaría la fe en sus posibilidades.
La posición del técnico
Todos necesitan un victoria de calidad. Los futbolistas, el club, la afición y también el entrenador. Posiblemente sea Oltra quien más la necesita porque en estos momentos su situación sigue siendo extremadamente débil. Es injusto, pero así es el Mallorca y así es el fútbol. Las armas que pretende exhibir hoy el conjunto isleño son claras, pero todo pasa por aumentar la solvencia defensiva, por dar con la tecla en el trabajo colectivo a la hora de ser más sólidos atrás. La segundas jugadas son fatales para el equipo, una vía de agua donde los rivales encuentran petróleo para abrir el marcador. Si el Mallorca consigue resolver esa terrible lacra que ya ha costado 14 goles en contra, entonces tendrá mucho terreno ganado. Ofensivamente el grupo está mucho más entero y resta por ver cómo soluciona Oltra la baja de última hora de Martí. Es una lástima su ausencia porque junto a Thomas Teye ambos se erigen com una pareja muy solvente en la sala de máquinas. Pero este Mallorca tiene futbolistas capaces de poner al equipo en la rampa de lanzamiento y Íñigo Pérez puede hacer hoy las veces del ausente capitan. Con ese tratado de intenciones se presentará hoy el Mallorca de nuevo ante la afición. Con la lección bien aprendida y todavía a día de hoy con la duda de saber por dónde tirará Oltra respecto al portero que se situará bajo los palos. Aoute puede volver, pero también Miño puede mantenerse. La elección es importante porque marcará el futuro en el arco en los próximos partidos.