Sporting 3 - 0 Mallorca
Sporting: Cuéllar, Lora, Bernardo Mandi, Canella (Luis Hernández, m 12), Bustos, López Garai (Nacho Cases, m 60), Alex Barrera (Guerrero, m 68), Santi Jara, Scepovic y Hugo Fraile.
Mallorca: Aouate, Miguel García, Nunes, Agus, Ximo, Bigas, Íñigo Pérez, Riverola (Geromel, m 58) Nsue, Alfaro (Aki, m 80) y Casadesus (Gerard Moreno, m 67).
Goles: 1-0, m.24: Hugo Fraile. 2-0, m.66: Alex Barrera. 3-0, m.86: Scepovic.
Árbitro: Figueroa Vázquez. Expulsó con roja directa a Agus (m 14) y por doble tarjeta a Ximo la segunda en el m. 56, y mostró tarjetas amarillas a López Garai (m. 13), Nunes (20), Bigas (33), Hugo Fraile (55) e Íñigo Pérez (78)
Descompuesto, sin personalidad y víctima de un bloqueo mental escalofriante, al Mallorca se lo lleva la corriente. Permanece agarrado a un mal sueño el conjunto balear, al que se le suceden una y otra vez las mismas escenas en blanco y negro. Es tan grande su depresión que poco importa ya el tamaño del que se le ponga por delante, porque el resultado casi siempre será el mismo. Ayer se aprovechó el Sporting, que recibió otros tres puntos por la incomparecencia isleña, cada semana más evidente. Condicionado otra vez por el agujero negro de su defensa y por el lastre de las expulsiones, no consigue levantar cabeza el grupo de Oltra. De hecho, ni siquiera ha abierto aún los ojos. En apenas tres jornadas de competición la grietas se han extendido por todo el edificio (3-0).
La batalla real entre Mallorca y Sporting duró más o menos un cuarto de hora. Exactamente, el tiempo que tardó Jorge Figueroa Vázquez en mandar a Agus a la ducha. El central bermellón cazó por detrás a Hugo Fraile, con unas maneras discutibles y en un lugar demasiado abierto a las interpretaciones. Ahí se acabó el partido, la resistencia y todo lo que pudiera ofrecer el conjunto isleño, ciego de nuevo en plena batalla.
No obstante, hasta esa fatídica acción que cercenó las opciones de levantar el vuelo, el Mallorca tampoco había expuesto nada interesante. Tras la desazón de las dos primeras jornadas, Oltra sacó la tijera y eligió una vía hasta ahora inexplorada. Reordenó por completo la defensa, incrustó a Bigas en el centro del campo para ayudar a Iñigo, Riverola o Alfaro y quiso buscarle las cosquillas a su rival con una propuesta inesperada. Sin embargo, en esta vez le faltó gas desde el principio y no salió nunca del atasco. Hasta que Agus despachó el partido.
El Mallorca aguantó solo diez minutos en pie con un futbolista menos. Oltra quiso cerrar filas para buscar petróleo, pero recibió un golpe letal en otra segunda jugada después de una acción a balón parado. Mientras la defensa navegaba, Hugo Fraile empalmaba un balón en la frontera del área y lo mandaba por bajo a la derecha de Aouate (minuto 24). Con un tanto encima y un hombre menos el Mallorca se vino abajo. Incapaz de conectar cuatro pases o de avisar al Sporting con una simple llegada al área, solo la falta de acierto de los de Sandoval mantuvo la luz del encuentro encendida. Por entonces, casi toda la defensa del Mallorca estaba ya amonestada y cualquier movimiento mal ejecutado podía resultar trágico.
Lo único bueno que le pasó a la escuadra rojilla (ayer de negro) es que alcanzó con vida el descanso. El Sporting estaba muy relajado como para cerrar la puerta y aunque el Mallorca languidecía, el marcador y el cronómetro le concedían una pequeña esperanza. Sobre todo, porque Aouate volvía a ser Aouate.
En cualquier caso, iba a durar poco el suspense. Ximo, demasiado acelerado, veía la segunda amarilla en otra jugada controvertida y aunque poco después los visitantes iban disparar por primera vez a Cuéllar (minuto 63), Barrera retrató a Nunes para fijar la victoria sportinguista, culminada en los postres por Scepovic. Tres semanas después, el Mallorca ha entrado en coma.