Muchas caras conocidas y un nuevo entrenador. El Mallorca echó a andar en Son Bibiloni con una plantilla sujeta a cambios sustanciales. José Luis Oltra aguarda varias entradas, pero también salidas. El club ha activado toda su maquinaria para redimensionarse y ajustarse a su nueva realidad económica, aunque todavía hay muchos cabos por atar. Cerrado el traspaso de Tomás Pina y cociéndose la venta de Giovani dos Santos, una de las grandes obsesiones de la dirección deportiva se llama Pedro Geromel.
Con unas condiciones contractuales prácticamente inasumibles para un equipo de Segunda, el central brasileño inició ayer la pretemporada con el Mallorca consciente de que el club ha trasladado a sus agentes la necesidad de liberarse del futbolista. Geromel, que llegó al equipo bermellón durante el verano de 2012 procedente del Colonia representa para el club un coste anual de 2 millones de euros, con el agravante de que los derechos pertenecen a un fondo de inversión.
El contrato del central es complejo. Geromel está ligado al Real Mallorca durante cuatro temporadas, aunque en calidad de cedido. Su ficha es de 850.000 euros netos por temporada (1'5 millones brutos, aproximadamente), aunque además el club está obligado a pagar cada año 500.000 euros por el préstamo. Ante un hipotético traspaso, el club balear sólo tendría derecho a un 10 por ciento del total a partir de una transacción de 3'5 millones.
El principal problema que se está encontrando el Mallorca para deshacerse de las cargas financieras que representa Geromel es su ficha, pero también el pobre rendimiento que ha ofrecido el defensa durante su primera incursión en la liga española. A pesar de que en la recta final de la competición mejoró su rendimiento, Geromel se ha mostrado durante todo el año como un zaguero inestable y ha sido uno de los líderes del equipo que más goles ha encajado. En su curriculo aparecen dos descensos consecutivos: Colonia (2011/12) y Real Mallorca (2012/13).
Paralelamente al «caso Geromel», Llorenç Serra Ferrer también se ha encontrado con las recientes negativas de Alejandro Alfaro y Javi Márquez a renegociar sus fichas a la baja. Se trata de dos jugadores sobre los que el club quería asentar el nuevo proyecto, aunque también esperaba algún gesto por su parte. Ante esta tesitura, si llegan propuestas por alguno de ellos, el Real Mallorca estudiaría su salida. Por ambos futbolistas, el club pagó traspaso.