El Real Mallorca, su presente y su futuro, siguen en manos de Gabriel Cerdà, apoderado y consejero del club y cuyas opiniones marcan la dirección que toma la entidad en cada gestión importante que pretende llevar a cabo. Con apenas el 5,02% del accionariado, Cerdà decide a quién apoyar y por ahora se decanta por Serra...en un futuro ya se verá.
Si algo marca el posicionamiento del apoderado es su condición de bisagra en el órgano de poder del club, lo que le ha llevado, por ejemplo, a aliarse con Utz Claassen para derrocar en su momento al presidente Jaume Cladera, pero a darle también la espalda cuando debía aplicarse el modelo de gestión ideado por el consejero alemán y que hubiera dejado a Serra Ferrer sin el poder que ostenta en estos momentos.
Le ayudó en su cruzada por echar al expresidente del club, pero se abrazó de nuevo a Serra Ferrer para autonombrarse ambos apoderados y mantener una capacidad de gestión limitada, pero que nos les impide dirigir el club a su antojo.
En apenas unos días llegará otro momento clave para Cerdà en el que tendrá que volver a posicionarse en favor de Serra Ferrer o en su contra. Utz Claassen solicitará la reunión del consejo de administración del club y en uno de sus puntos se debatirá la dimisión de Serra Ferrer como director deportivo, además de apoderado y vicepresidente. Cerdà, a día de hoy, tiene clara su posición y responde más o menos con firmeza cuando se le pregunta si apoyará o no la solicitud de Claassen de forzar la dimisión de Serra Ferrer. «Dede la posición actual no», dijo ayer Cerdà. En un futuro...eso ya eso otra cosa y ahí entra el Cerdà estratega que evita la claridad en sus afirmaciones para de esta forma tener también al propio director deportivo consciente de que si ocupa ese cargo es gracias a su apoyo y que este...puede no ser eterno. «De todas maneras -manifestó Cerdà-si un señor hace una petición sobre un tema cualquiera, me imagino que tiene que argumentarla y según su argumentación sobre cualquier tema la gente después, de una manera libre, toma su decisión...», en definitiva ni sí ni no, sino todo lo contario. Ya veremos.
Pueden discutirse muchas situaciones, pero lo que parece claro es que a Utz Claassen no le faltan razones para pedir la dimisión de Serra Ferrer, al menos de su condición de director deportivo. El primer equipo ha descendido a Segunda División después de 16 años consecutivos en Primera y el filial ha perdido hasta en dos ocasiones la Segunda División B.
Si como dice Gabriel Cerdà las peticiones que se formulan en el consejo están «argumentadas», mayores argumentos que los fracasos específicamente deportivos no los hay.
Cabe recordar que los consejeros Utz Claassen, Pep Roig y Pere Terrasa han solicitado, a través de un requerimiento notarial, que se vote la continuidad de Serra Ferrer como director deportivo. Este punto y otros que han requerido los consejeros se tratarán en un consejo que se convocará en breves fechas, según el propio Serra Ferrer.