El patrón del ascenso ya ha accedido al puente de mando. José Luis Oltra Castañer (Valencia, 1969) estampó ayer su firma en el contrato que le unirá al Mallorca la próxima temporada y ha empezado a trazar los planos del futuro regreso a Primera División. Doctorado en la categoría de plata y especialista en subir escalones, el técnico levantino está convencido de que en unos doce meses devolverá al club balear «al lugar que le corresponde». De hecho, en su primera puesta en escena como bermellón no se reservó un solo gramo de optimismo. «Estoy convencido que lo conseguiremos y de que estaré mucho años aquí», aseguró aplicándole a la afición la primera inyección de autoestima tras el drama del descenso.
Oltra, que llega a Son Moix escoltado por su equipo habitual (un preparador físico y un segundo técnico que seguramente también desempeñará las funciones de entrenador de porteros), pondrá en marcha a su Mallorca el próximo 5 de julio y realizará el habitual stage de pretemporada en Holanda. Sin embargo, lleva ya varias horas arremangado, cavando el camino de vuelta al ático del fútbol español. «Elijo la opción del Mallorca porque es un reto bonito, a nivel personal y profesional. Me ha gustado desde el principio la idea que me propusieron y me parece un paso adelante en mi carrera», exponía de inicio. «Y que sea bonito no quiere decir que no sea complicado o que no te llene de responsabilidad», aclaraba. Además, asegura que intervendrá de forma activa en la confección del grupo que tendrá a sus órdenes y que tratará de sellar herméticamente las puertas de la caseta para evitar la aparición de «rumores, confusiones y malas interpretaciones».
El nuevo entrenador del Mallorca, que no oculta que a partir de ahora la única vía válida para el club es la del ascenso, también insistió en varias ocasiones durante su discurso inaugural en que se avecina un camino repleto de curvas, socavones y tramos deslizantes. Que se adentra en un terreno en el que el escudo sirve de más bien poco. «Vamos a tener una buena plantilla y estoy ilusionado, pero luego hay que trasladarlo todo al campo y no es fácil. No vamos a ganar por llamarnos Mallorca, por tener una buena plantilla o por la afición», subrayaba. «Todo eso ayuda y hace más fácil el camino, pero se gana por otras cosas».
Acerca de la categoría, desconocida en los últimos tiempos para el Mallorca y su entorno, Oltra la define sin demasiados adornos: «El fútbol es fútbol en cualquier categoría y solo hay dos formas de jugarlo: bien o mal. Pero hay muchos matices, desde la repercusión mediática a la calidad de los futbolistas. Aunque si hay algo que define a la categoría es la igualdad. La gente se cree que en Segunda no se puede jugar y tampoco es así. Eso sí, es más físico y debes acoplarte a todos los condicionantes porque cualquiera te puede ganar. Casi todos los tópicos se ajustan a la realidad y tendremos que ir salvándolos», sentenciaba en las entrañas de su cuartel general.
El preparador valenciano tampoco es partidario de edulcorar la presentación de su libro de estilo. «Se tiende a etiquetar a los entrenadores. En ese sentido tengo buena prensa porque se dice que mis equipos juegan bien. Lo intento, pero muchos de los que dicen eso a lo mejor no han visto a algunos equipos que he entrenado. Mi idea y mi concepto es jugar, buscar al rival o que haya equilibrio, lo mismo que decimos todos los entrenadores. Sobre todo quiero que mi equipo gane, pero no tengo ninguna pócima para eso».
En ese viaje de vuelta a Primera que ahora organiza, Oltra también tiene muy claro que la afición va a ser fundamental. Decisiva. «Me gustaría ir casa por casa para explicarle a la gente el proyecto, pero es imposible. Aquí la nueva situación es difícil de asumir pero les pediría que lo hicieran rápido y que si quieren volver a la elite hay que estar junto al equipo». Palabra de entrenador.