Son Bibiloni desprende optimismo. El vestuario no tira la toalla, el entrenador tampoco y la palabra descenso no se pronuncia. La actitud del equipo es positiva y se intenta transmitir al exterior que realmente 'sí se puede' y durante la semana ha habido muestras que indican que los jugadores no quieren rendirse cuando todavía hay opciones matemáticas de salvación.
Los últimos ejemplos han sido las declaraciones de los futbolistas esta semana. Nsue hizo referencia a que el «milagro» es posible; Martí, Pina, Víctor y Nunes reiteraron en la fiesta de la Penya Arrabal que el equipo está conjurado para sacar esto adelante e incluso el propio delantero de Algaida recordó que cuando él debutó con el Mallorca la situación no era muy diferente a la actual. Se trata de dar motivos para que nadie en el entorno pierda la fe. Javi Márquez insistió ayer en esta línea y fue contundente en sus declaraciones. «Que nadie nos dé por muertos. Estamos vivos y vamos a dar el 300 por cien y vamos a salir a San Mamés a dejarnos el alma y la piel para que el Mallorca continúe en Primera División», dijo el exjugador del Espanyol.
El mensaje del vestuario no puede ser más contundente y si realmente el equipo interioriza estos mensajes en positivo y los traslada con posterioridad al terreno de juego, hay que pensar que existen opciones de salvarse, de ganar en Bilbao, de seguir vivos una semana más a la espera, eso sí, de lo que puedan hacer también los rivales más implicados en la lucha por la permanencia. El grupo intensifica el trabajo en Son Bibiloni, se ve al equipo implicado, consciente de dónde se ha metido y sobre todo, muy seguro, ahora sí, de que si se sale vivo de San Mamés, el lunes las cosas pueden verse de un color mucho menos oscuro. Tal vez se vea todo gris, pero no tan negro como se ve a día de hoy.
Pero no hay que engañarse. El Mallorca está en el pozo por méritos propios y pensar que ahora todo puede cambiar como por arte de magia es pecar de excesivo optimismo. Márquez, sin embargo, reitera una y otra vez su mensaje, un llamamiento que también comparte todo el vestuario. «Tenemos 90 minutos por delante para que los 11 que salgan de inicio más los 3 que puedan hacerlo en el segundo tiempo, lo den todo en el campo para conseguir la victoria que queremos y estamos convencidos de que se puede hacer y de que se va a hacer», dijo Javi Márquez.
El Mallorca pide que nadie deje de creer, pero para dar más fuerza a este mensaje es imprescindible ganar al Athletic Club y entonces asistir de verdad al milagro de los goles y los puntos.
«Vamos a dar el 300 % en San Mamés y nos dejarnos el alma y la piel para que el Mallorca continúe en Primera División»
Javi Márquez, sobre la actitud del equipo en Bilbao
El coordinador de seguridad de San Mamés, que es un miembro de la Ertzaintza -policía autonómica vasca- ha comunicado al Mallorca, con vistas al encuentro del próximo sábado entre el Athletic y el equipo balear, que no debe vender, ni entregar, ni facilitar entradas tanto de pago como de invitación a grupos problemáticos o con antecedentes violentos, ultras o de categoría C, así como a personas vinculadas a dichos grupos. También se recuerda al Mallorca que las entradas de protocolo e invitaciones deberán ser destinadas exclusivamente para atender compromisos del club, directiva, jugadores y patrocinadores no pudiendo dichas personas o entidades trasladarlas a grupos problemáticos o con antecedentes violentes o ultras.