En plena cuesta abajo, con el mallorquinismo en estado depresivo y la permanencia cada vez más difusa, el Mallorca sigue recibiendo impactos en su línea más debilitada. Gregorio Manzano confirmó ayer los peores augurios. El técnico jienense anunció la pérdida de dos efectivos más para la batalla de mañana al mediodía ante el Levante: Pedro Bigas y Antonio López. El mallorquín sigue arrastrando molestias, mientras que el alicantino, que en Zaragoza regresó a la titularidad siete meses después, ha vuelto a recaer de sus problemas.
Aquí no acaban los quebraderos de cabeza del preparador jienense, que deberá esperar hasta hoy mismo para saber si podrá contar con Anderson Conceiçao y José Carlos Nunes, que llegan a la cita renqueantes, con cicatrices de la refriega de La Romareda.
Con estas ausencias y dudas, Manzano no tendrá demasiado donde escoger. Para el lateral izquierdo, es probable que el de Bailén apueste de nuevo por situar a Kevin García. El mallorquín perdió la titularidad el pasado sábado en Zaragoza, en beneficio de Antonio López, y podría volver mañana al once, ya que Antonio Luna está condenado al ostracismo en las últimas semanas.
Dudas
Para dibujar la pareja de centrales, Manzano está pendiente de cómo evoluciona Anderson Conceiçao. El brasileño formó de inicio hace siete días junto a su compatriota Geromel, pero se retiró en el ecuador del primer tiempo debido a unas molestias, cediendo su plaza a José Carlos Nunes.
Si Anderson está disponible, es probable que Manzano repita de nuevo con los brasileños por delante de Dudú Aouate. En caso de que no llegue a tiempo, el portugués podría ser el elegido después de tres jornadas consecutivas en la suplencia. No obstante, el central luso también arrastra algunas molestias, que en principio no le deben impedir estar a disposición del entrenador jienense, que ayer no confirmó el regreso del capitán al equipo titular. La opción más remota pasa porque ni Anderson ni Nunes estén en condiciones de jugar. En ese caso, Manzano tendría que improvisar con Fontàs, que no ha cuenta para el técnico.
La zaga es la línea que está monopolizando todos los debates en la presente temporada. El Mallorca es el equipo más goleado de la categoría, con 67 goles, una cifra que le convierte en el más goleado de toda su historia en la máxima categoría. Solo ha podido echar el candado a su portería en tres de las 33 jornadas y es el único equipo del campeonato que ha encajado gol en todos sus desplazamientos.
Las dudas de Gregorio Manzano de cara al trascendental duelo de mañana también afectan a la sala de máquinas. Y es que el de Bailén medita sobre la conveniencia de repetir el trivote, que ha puesto en práctica desde que aterrizó en el banquillo bermellón, y apostar por un doble pivote, dos interiores bien abiertos y un jugador por detrás del punta. O incluso apostar por el dúo Hemed-Víctor en ataque por primera vez desde su llegada a la Isla hace ahora tres meses.
Pero más allá de nombres o de dibujos, el Mallorca debe recuperar la ambición y las ganas de salir del atolladero. En las seis últimas jornadas, el grupo balear solo ha sido capaz de sumar 4 de los 18 puntos en juego, una cifra que le ha empujado hasta la última posición de la clasificación.