Los enanos crecen en el vestuario del Real Mallorca. La lesión del brasileño Pedro Geromel, que estará entre diez y quince días de baja por una rotura fibrilar, dejará a Gregorio Manzano ante su primera disyuntiva seria desde que aterrizó en el banquillo bermellón hace apenas tres semanas. Le obligará a retocar la defensa, una línea que se había mantenido invariable desde su llegada.
El técnico de Bailén maneja, a día de hoy, tres opciones para cubrir la ausencia del central en el duelo del próximo domingo en Los Cármenes ante el Granada. Las alternativas pasan por Pedro Bigas, Anderson Conceiçao y Andreu Fontàs.
Al mallorquín, ausente en las últimas cuatro jornadas por una lesión, le favorecen las estadísticas, ya que con él como central el Mallorca no conoce la derrota. El brasileño, que reemplazó a su compatriota en el descanso del choque frente al Getafe, no ofrece las mínimas garantías, como quedó demostrado el pasado sábado. El catalán, por su parte, permanece en el ostracismo desde otoño y la llegada del nuevo entrenador tampoco ha cambiado su suerte. Prácticamente inédito desde hace tres meses -ha disputado cuatro minutos desde finales de noviembre- el futbolista cedido por el Barça se antoja como la opción C.
Bigas, primera opción
Pedro Bigas, que ya se ejercita con el resto del grupo, se ha convertido en la primera alternativa para suplir a Geromel. El mallorquín sufrió hace un mes la rotura fibrilar en el bíceps femoral de su muslo derecho, una lesión que le ha apartado durante las cuatro últimas jornadas. Su polivalencia se antoja como un recurso para Gregorio Manzano, que si tira de estadísticas no tendrá dudas. Y es que el rendimiento de Bigas como central en el presente campeonato invita al optimismo: tres partidos, dos victorias y un empate. De hecho, la pareja Nunes-Bigas logró el triunfo en la primera jornada (2-1 ante el Espanyol), empató en La Rosaleda ante el Málaga en la segunda (1-1) y también formaron de inicio en la victoria en el Benito Villamarín ante el Betis (1-2) en la última vez que el Mallorca alzó los brazos en la jornada que cerró el pasado año. Hace ya 8 partidos de campeonato.
En circunstancias normales, Anderson Conceiçao sería el elegido por Manzano para cubrir la ausencia de Geromel. Pero el rendimiento ofrecido en el segundo tiempo del encuentro frente al Getafe no parece garantizarle la continuidad. Más bien todo lo contrario. Colunga le ganó la partida a Anderson en los dos últimos goles del conjunto madrileño y hurgó en la fragilidad que ha mostrado el central brasileño en toda la temporada.
48 goles encajados
Conceiçao, que apenas había intervenido en los tres últimos meses del torneo doméstico, no ofrece ni mucho menos las garantías necesarias en una defensa que encadena veinte partidos consecutivos encajando goles y que es la tercera más goleada de toda la Liga con 48 tantos. De once partidos con Anderson en el eje de la zaga, el Mallorca ha logrado dos victorias, dos empates y siete derrotas. Tiene una estadística curiosa ya que ha sido titular en los dos únicos partidos que el grupo bermellón ha terminado con la portería a cero en todo el campeonato. 1-0 ante la Real Sociedad, formando dupla con Nunes, y 2-0 frente al Valencia, con Geromel como compañero.
Andreu Fontàs representa, quizás, la opción más arriesgada para Gregorio Manzano. Inédito, arrinconado al ostracismo por Joaquín Caparrós, la suerte del futbolista catalán no ha cambiado con el relevo en el banquillo. El jugador cedido por el Barça no se ha estrenado todavía en el torneo de la regularidad como central, aunque sí que vivió una oportunidad efímera en la zaga en el partido de la Copa del Rey frente al Deportivo en el estadio de Son Moix, ya que el experimento de Riazor apenas duró unos minutos por la lesión de Uche que obligó al jugador a ocupar la plaza de pivote.
Su falta de ritmo -apenas ha intervenido en cuatro minutos en los últimos tres meses- tampoco le benefician en un choque con la carga de presión y de intensidasd como el que se prevé el domingo al mediodía en Granada.
Esta ausencia trastoca la línea más débil del grupo. Un sistema defensivo que pierde agua por todos lados. Caparrós agitó todas las piezas, diseñó hasta 10 defensas diferentes en 22 jornadas.
Manzano, en cambio, había repetido la línea de cuatro en los tres partidos que lleva en el banquillo bermellón.
Desde su estreno ante Osasuna en el estadio de Son Moix el pasado 9 de febrero, el técnico de Bailén había apostado por Hutton-Geromel-Nunes-Luna como la línea de retaguardia. Ahora, en cambio, deberá improvisar una pieza clave para cualquier sistema defensivo: un central. Y mirando al banquillo, la opción que ofrece más garantías es la de Pedro Bigas, que ha rendido mejor como defensa central que como lateral izquierdo. De hecho, en la última victoria, allá por el mes de diciembre en Sevilla ante el Betis, el mallorquín y Nunes formaron la pareja defensiva.
El próximo domingo al mediodía, el equipo regresa a tierras andaluzas, en esta ocasión en Granada, con la intención de repetir el éxito y comenzar a moldear el milagro.