Biel Cerdà ha llamado a la puerta de Pedro Terrasa para pedirle ayuda en el conflicto que el Mallorca mantiene con el G-30. Desbordado por la situación y por los efectos que puede tener el contencioso para la SAD balear, el apoderado ha solicitado la colaboración del segundo máximo accionista para desbloquear una situación que amenaza el futuro bermellón y para que acuda a un encuentro con Javier Tebas. Terrasa ha dado su aprobación y está dispuesto a prestar sus servicios, aunque pretende que el tema se aborde en el consejo de administración, además de que conste en el acta del mismo.
El cambio de operador por el que apostó el pasado verano ha encerrado al Mallorca en un laberinto de difícil salida. El 16 de agosto, el órgano de gobierno del club se escudaba en una serie de resoluciones judiciales y de la Comisión Nacional de la Competencia sobre la nulidad de los contratos de cesión de los derechos audiovisuales con una duración superior a 3 años para acordar (Utz Claassen votó en contra mientras que Pedro Terrasa y Pep Roig se abstuvieron) desligarse de Mediapro y comunicar «la ineficacia del contrato» que unía a la entidad y a la operadora a partir del 30 de junio de 2012. Al mismo tiempo, daba luz verde a la firma de un contrato de cesión de derechos audiovisuales con DTS, perteneciente al Grupo Prisa, para las temporadas 2012-2013, 2013-2014 y 2014-2015 «con una contraprestación homologable a la de los clubes de similar categoría». Sin embargo, solo unos meses después los veintiún equipos de Primera y Segunda División que se aliaron en su momento para defender los derechos audiovisuales de los clubes de forma conjunta, procedía a presentar una demanda contra la entidad isleña en el Tribunal Español de Arbitraje Deportivo (TEAD) en la que le reclamaban 10 millones de euros. El motivo, haber quebrado los acuerdos audiovisuales que le unían a este grupo y comprometerse, de forma unilateral, con la empresa DTS.
Mallorca y G-30 ya celebraron en diciembre un acto de conciliación en Madrid que concluyó sin acuerdo y que propició que el litigio siguiera adelante. En esa dirección y hace solo unos días, el propio Javier Tebas reconocía a este diario que uno de los consejeros del club balear solicitó la pasada semana que se le retirara la demanda y aclaraba que no readmitiría a la entidad en el G-30. Ahora, el Mallorca tratará de encontrar otras vías de acuerdo gracias a la mediación de Pedro Terrasa.