Responsable de Patrimonio, líder del proyecto del nuevo Lluís Sitjar, accionista, apoderado y cada vez más bisagra que nunca. Biel Cerdà va a seguir representando un papel estelar en el órgano de poder del Mallorca. A pesar de disponer únicamente de un pequeño paquete de títulos del club (en torno al 5,04%), el consejero tiene en sus manos el control de una entidad que tras la reunión de la última Junta General de Accionistas tampoco ha variado demasiado de aspecto a pesar de los cambios que ha sufrido el mapa accionarial.
Las últimas variaciones apenas deberían alterar el camino que toma el Mallorca en los próximos meses. Porque en ese sentido, uno de los movimientos más significativos es la compra, por parte de Llorenç Serra Ferrer, de las acciones que hasta el momento controlaba Jaume Cladera. Con la transacción de ese porcentaje (un 4,92% aproximadamente), que se ha efectuado a través de la sociedad 'Glosootman', y la dimisión de su cargo de consejero el expresidente quedaba también desvinculado de manera oficial y definitiva de la SAD balear. Además, el responsable de los servicios jurídicos del club, Miquel Coca, también incrementaba ligeramente su participación en el Mallorca tras adquirir las acciones que controlaba el empresario Xavier Cabotà.
De esta forma y con Cerdà alineado al costado de Serra, el bando oficialista mantiene en torno al 55% de los títulos mientras que el sector crítico, con Utz Claassen y Pedro Terrassa, maneja sobre el 45%. Sin embargo, en el caso de que el responsable de Patrimonio decidiera volver a cruzar la acera Serra quedaría desprotegido al descubierto.
Biel Cerdà ya demostró recientemente el poder de voto con la caída de Jaume Cladera. A principios de diciembre el apoderado se aliaba con Utz Claassen en una reunión del consejo que acabaría siendo determinante y forzaba la inclusión de un punto en el orden del día de la Junta de ayer en el que se abordaría la destitución del exconseller de Turisme, con el que andaba enfrentado. Al final no hizo falta llegar a la fecha señalada y el propio Cladera acabó presentando su dimisión el pasado 24 de diciembre. Desde entonces ha permanecido en un segundo plano y ayer se desvinculó de la SAD.