El Mallorca decidió en diciembre vaciar la Copa de golpe y ayer maquilló el esperpento de una forma digna en el Pizjuán. Si en la ida no se hubiera tirado el partido (0-5), ayer, con el resultado conseguido en la capital andaluza (1-2), tal vez el equipo de Caparrós habría regresado con la clasificación para cuartos en el bolsillo. Sin embargo, los errores del pasado fueron una losa imposible de superar. Cinco goles eran muchos goles y ni el empuje, ni la motivación de los menos habituales y ni tan siquiera remontar el uno a cero anotado por Del Moral fue suficiente para acercarse al milagro. Porque en partidos como el de ayer hay que agarrarse a la fe del profeta Moisés para no caer en la desesperación y dejar de creer. Lo más positivo, el tanto de Brandon y el hecho de que se encadenan ya tres encuentros sin perder. Se ganó en Liga al Betis, se empató frente al Atlético y ayer se venció ante el Sevilla.
Sin mordiente
El Mallorca no compareció al encuentro hasta después del descanso. En los primeros 45 minutos los baleares deambulaban perdidos por el césped del Pizjuán. Caparrós combinó a no habituales como Alfaro, Conceiçao, Fontás y Martí junto a un puñado de jugadores que tienen más minutos como Bigas, Pereira o Kevin. Pero faltaba algo fundamental en el equipo. Creer. No creía y por lo tanto, no jugaba a nada. El rival, por el simple hecho de actuar en su casa, exhibió algo más de empuje y se adelantó en el marcador. Del Moral aprovechó un error coletivo en defensa, a la salida de un corner, para avanzar al Sevilla. Era el minuto 21. Hasta el descanso nada de nada. Tras la reanudación Caparrós dio entrada a Brandon, que protagonizó la mejor noticia del encuentro con el gol del empate. Recibió un rebote de Hemed en el interior del área y tocó lo suficiente para batir a Palop. La inercia del gol permitió a los baleares crear más peligro y empezó a meterse en el partido. Fruto de ese ‘subidón' llegó el segundo de Alfaro y con el uno a dos se iluminó un poco el camino hacia el final del encuentro. Ahí los rojillos pudieron anotar un tercer gol y hasta un cuarto, pero Conceiçao primero y Hemed después estuvieron desacertados en el área sevillista.
El choque fue diluyéndose en un carrusel de cambios, que ralentizó el juego, aunque los baleares trataron en todo momento de no perder la cara al partido. Caparrós se agarró a hombres como Nico y Álvaro para no bajar el pistón motivacional, pero hay algo con lo que no se puede luchar y es con el cronómetro y con las circunstancias. El primero no paraba de marcar minutos y las segundas eran totalmente adversas.
Al final el uno a dos dejó pocos detalles futbolísticos, pero sirvió para maquillar al menos la deplorable actuación heredada del encuentro de ida. Tres partidos consecutivos sin perder son el otro factor a destacar. El equipo juega el sábado a Valladolid con la moral intacta. Hay vida. Hay esperanza. Hay que creer.
- Ficha técnica:
1 - Sevilla FC: Palop; Coke, Cala, Botía, Alberto Moreno; Kondogbia, Hervás, Maduro; Manu del Moral (Stevanovic, m.46), Perotti (Rakitic, m.71); y Babá (Gonzalo, m.79).
2 - Real Mallorca: Calatayud; Ximo, Geromel, Anderson Conceiçao, Bigas (Nico, m.67); Pereira, Fontás, Martí, Kevin (Brandon, m.46); Alfaro (Álvaro, m.64) y Tomer Hemed.
Goles: 1-0, M.22: Manu del Moral. 1-1, M.52: Brandon. 1-2, M.56: Alejandro Alfaro.
Árbitro: José Luis González (Comité Castellanoleonés). Sin amonestaciones.
Incidencias: Partido de vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante unos veinte mil espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones. Antes del encuentro se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del exdirectivo del Sevilla FC Francisco Olid.