La situación de incertidumbre por la que atraviesa el consejo de administración del Real Mallorca desde la dimisión de Jaume Cladera como presidente del club y sobre todo como consejero delegado, deja de momento paralizadas las gestiones que Serra Ferrer haya podido hacer en el capítulo de fichajes y que no hayan sido acordadas, selladas y firmadas con anterioridad a la dimisión de Jaume Cladera.
En el anterior escenario no era necesario reunir el consejo de administración para comunicar las decisiones que tenián previsto tomarse en cualquier ámbito ya que Cladera y Serra Ferrer tenían autonomía absoluta para hacer y deshacer, pero ahora esta situación ha variado de forma importante y es imprescindible someter a votación todos los asuntos de trascendencia, como por ejemplo la llegada de nuevos refuerzos en el mercado de invierno.
El actual vicepresidente y director deportivo lleva tiempo rastreando el mercado en busca y captura de futbolistas que puedan elevar el nivel de calidad del actual equipo, cuyos resultados le han llevado a ocupar esta misma temporada puesto de descenso a Segunda. También debe solventar otros problemas colaterales de su gestión deportiva como son los regresos de futbolistas como Aki o del propio Ogunjimi, que vaya donde vaya sigue sin jugar y sin ofrecer absolutamente nada. Muchos frentes abiertos que es imprescindible dejar resueltos.