Joaquín Caparrós asistió ayer a la Universidad de les Illes Balears (UIB), juntamente con su cuerpo técnico y el presidente del Mallorca, Jaume Cladera, para impartir un coloquio con los alumnos de todas las áreas, bajo el lema «Liderazgo y Motivación». El principal objetivo de este acto fue realizar la reflexión que juegan ambos conceptos a la hora de gestionar un equipo humano tan heterogéneo, como el equipo bermellón, para conseguir el máximo rendimiento de las personas.
Para ello, Caparrós habló abiertamente de la salud del club, del estado anímico del equipo y de cuál es el manual que sigue para enfrentarse con el día a día, no solo de su profesión, sino también de su vida personal.
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Ante los problemas institucionales que vive el club bermellón, el míster andaluz recalcó hasta en tres ocasiones que «tengo la suerte de contar con un presidente como Jaume Cladera». Además declaró que «nosotros nos alejamos de los problemas de arriba. Solamente estamos concentrados en realizar nuestro trabajo lo mejor posible y cumplir los objetivos del club, nada más». Después de once partidos sin ganar, Caparrós tiene muy claro de que se está trabajando «bien». Resaltó que «la principal virtud de este equipo es que creemos en los que se está haciendo». El técnico del Mallorca, centró su discurso en varios ideales morales fundamentales: trabajo, constancia, liderazgo y motivación. Tras los malos resultados cosechados por el Mallorca, el míster explicó que todos estos conceptos base los considera «indispensables» y aplicables, no solo a los jugadores del Mallorca sino, para cualquier persona. Según analizó, «hay jugadores que juegan más o menos y para cada uno de ellos hay que aplicar una psicología diferente para hacerles partícipes del juego, porque en realidad son tan importantes como las demás».
Una de las cosas que más le gusta es que las personas sean «optimistas y pro activos, como en este caso son los jugadores que configuran la plantilla que dirijo. Lo más importante es que somos un bloque muy unido cuyo ambiente en el vestuario es fantástico. Todo el equipo técnico no paramos de darle vueltas a las cosas para cambiar esta situación de derrotas».
Ahora mismo el Mallorca ocupa la decimoséptima plaza, un hecho que no le alarma de momento: «Nosotros no observamos la tabla de clasificación, solo miramos que el equipo tenga una evolución positiva de resultados. No me incomoda este tipo de situaciones adversas ya que de todas partes uno aprende de las cosas malas y a superarse uno mismo».
Caparrós se definió como «un hombre de club». « Soy una persona que no solo se preocupa por los resultados y el estado anímico de mis jugadores sino que también por otras áreas como por ejemplo, el mantenimiento del campo, del gabinete de comunicación y de demás aspectos que envuelven el mundo del fútbol y son indispensables a la hora de realizar bien tu trabajo». Con todo lo descrito, realizó un llamamiento a la afición para que apoyen más que nunca «a un equipo que ahora mismo no está atravesando por su mejor momento. Es lógico que a cualquiera le gustaría ver el estadio lleno». En el transcurso de su charla, Joaquín Caparrós aprovechó para lanzar un mensaje a los más jóvenes, «al futuro del mundo» según declaró.
Antes de profundizar analizó que «en estos momentos tan difíciles que estamos atravesando, el factor humano es indispensable. La sociedad está acostumbrada a vivir de frases hechas y lo que más se necesita ahora mismo es optimismo. Una energía positiva que tenéis que transmitir vosotros, porque a base de lucha y constancia se consiguen los triunfos».
A lo largo de su vida profesional y personal, Caparrós declaró a los asistentes que su secreto reside en «rodearse de gente positiva. Él éxito siempre llega a aquellas personas que se valoran a sí mismas y ven la cara positiva de la vida. Hay que comerse el mundo, con trabajo y humildad uno se puede proponer cualquier meta». Por último sintetizó toda la conferencia explicando que «siguiendo todos estos conceptos uno se transforma en un líder humano, una persona que imprime respeto pero a la vez en un compañero más, que no solo se preocupa por su grupo sino por cien mil cosas más que afectan indirectamente a la gente que le rodea». Finalizó el entrenador del Mallorca manifestando que «los triunfos vienen siempre gracias al trabajo del grupo».
«Lo que más me gusta de mis jugadores es que todos somos un grupo muy unido y optimista»
Joaquín Caparrós, sobre el talante del vestuario
«No miramos la tabla de clasificación, solamente miramos que el equipo evolucione de forma positiva»
El técnico del Mallorca, respeto a su filosofía de trabajo
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