Suturada la peor hemorragia de las dos últimas décadas, el Mallorca afronta hoy un duelo marcado en rojo en el calendario. Una de esas citas que pueden marcar el destino. El triunfo le permitirá a la escuadra balear tomar aire, alejarse de las arenas movedizas y enterrar la peor crisis deportiva desde que retornó a la nobleza. La derrota, en cambio, le empuja de lleno al fango de la clasificación con el primer tercio del campeonato ya en el baúl del torneo. Son los ingredientes de un choque que el grupo isleño se toma como un punto de inflexión para acabar con siete jornadas consecutivas sin ganar -un punto de los últimos 21 posibles- y enderezar el rumbo (16.00 horas, Vallecas).
El Mallorca necesita un golpe de efecto ante un enemigo en potencia. Un Rayo que ha alternado goleadas sonrojantes con triunfos de mérito y al que su descarada, y en ocasiones suicida, apuesta por el fútbol ofensivo le ha dado más titulares que puntos, aunque se mantiene alejado del barro.
Las huestes de Caparrós aprovecharon la visita a Balaídos para cortar su hemorragia -sumaba seis derrotas consecutivas- y capturar un punto que debe confirmar esta tarde. Acabaron con su agujero negro, aunque su deuda a domicilio sigue pendiente. No factura un triunfo como visitante desde hace casi 7 meses -28 de abril en Getafe- y aspira a ratificar su mejoría.
Recuperados
Las mejores noticias proceden de la enfermería, que comienza a despoblarse. El técnico utrerano recupera al internacional mexicano Giovani Dos Santos, tras dos semanas de ausencia, aunque hoy comenzará desde el banquillo. También incluyó en la expedición que ayer viajó hasta Madrid al capitán José Carlos Nunes y a Antonio López, que en principio, solo viajan para «hacer grupo».
La presencia de los pesos pesados anima a un bloque al que le ha faltado competitividad en las últimas semanas y que mejorará de aspecto y rendimiento de forma notable cuando el entrenador sevillano recupere a todos sus efectivos.
Caparrós calcará el bloque que empató en Vigo, con los cuatro de casi siempre atrás, el doble pivote Fontàs-Pina, Nsue y Pereira por las orillas con Víctor y el goleador Tomer Hemed arriba. Gio arrancará en la suplencia junto al centrocampista del filial Carlos Cristeto, que podría estrenarse en Primera División a sus 18 años.
El Rayo abre el duelo con la intención de olvidar la goleada sufrida el pasado lunes y regresar a la senda del triunfo. La escuadra de Paco Jémez mantendrá su descarada apuesta por el ataque, aunque para ello descuide una defensa de circunstancias por las bajas de sus titulares Gálvez y Casado.