El cambio de operador le puede salir caro al Real Mallorca. Los clubes del G-30 perfilan su estrategia y elaboran dos demandas contra el club balear. La primera petición, de 10 millones de euros por no haber negociado en conjunto la venta de los derechos televisivos, ya ha llegado a la entidad isleña y deberá resolverse en el tribunal de arbitraje del COE, el TEAD (Tribunal Español de Arbitraje Deportivo). Pero no es la primera que recibirá la institución, que aguarda otra por daños y perjuicios. Además, el anuncio de la demanda ha obligado a reformular las cuentas de la entidad.
El cambio de operador generó una fuerte discusión en el seno del consejo de administración celebrado el pasado 16 de agosto y cuya acta ha tenido acceso Ultima Hora. En la misma queda constancia de las discrepancias que generó esta decisión entre los accionistas, sobre todo Utz Claassen y Pedro Terrasa. El primero, que votó en contra, consideró el aumento de 14 a 21 millones de euros por temporada un riesgo «demasiado elevado» por las posibles demandas y riesgos de indemnizaciones cercanos a los «60 millones de euros».
El representante de Luz&Sol 2009 SL., que se abstuvo al igual que Pep Roig, solicitó, durante la cumbre celebrada en la misma semana del inicio del campeonato, una valoración jurídica sobre las posibilidades de ser condenado a pagar la indemnización que puedan solicitar Mediapro y el G-30. Miquel Coca contesta que la valoración jurídica se basa en la resolución de la Comisión Nacional de Competencia y en las decisiones tomadas por los juzgados de Vigo y Barcelona.
La reunión del consejo, con el punto sobre la problemática de los derechos audiovisuales y toma de acuerdos al respecto como único punto en el orden del día, arranca con la oferta de DTS (Grupo Prisa) que «ha propuesto un contrato de tres años de duración con unos importes fijos de 21, 22 y 22 millones de euros por las temporadas 2012/2013 a 2014/2015», que supone unos 6 millones de euros más por campaña. «La cantidad es fija, se prorratea en doce meses y no está sujeta a liquidaciones ni interpretaciones».
Daños y perjuicios
Utz Claassen pregunta cuándo finaliza el contrato con Mediapro y le responden que «en la temporada 2013-2014». Y pregunta sobre las posibles consecuencias de firmar con el Grupo Prisa y si Mediapro puede solicitar una indemnización por daños y perjuicios. Según el acta, al accionista alemán le contestan con un «es posible» y que según el contrato firmado la cláusula penal establece una cantidad de 16'5 millones de euros. El presidente Jaume Cladera añade que, según el G-30, si hay incumplimiento del contrato marco «habrá que pagar una indemnización».
Serra Ferrer también se suma al debate e aconseja firmar cuando antes con el Grupo Prisa porque si se llega a un acuerdo entre ambos operadores «nos quedaremos con los mismos ingresos» mientras que los clubes que sí hayan rubricado su firma percibirán 6 millones de euros más.
Utz Claassen, que apunta que «moralmente, los contratos están para cumplirse», considera un riesgo excesivo el cambio de operador, mientras que Pedro Terrasa solicita que se requiera al Grupo Prisa para que asuma los riesgos frente a posibles demandas de Mediapdro y/o G-30 antes de firmar con DTS.