Osasuna 1 - 1 Mallorca
Osasuna: Andrés Fernández; Marc Bertrán, Lolo, Miguel Flaño, Damià; Oier Sanjurjo, Timor; Cejudo (Nino, m.85), Armenteros (Kike Sola, m.57), Sisi (Lamah, m.68); y Llorente.
Mallorca: Aouate; Ximo (Arizmendi, m.73), Nunes, Conceiçao, Antonio López; Pereira, Pina (Joao Víctor, m.66), Márquez, Nsue; Alfaro (Geromel, m.42) y Hemed.
Goles: 1-0, m.69: Kike Sola. 1-1, m.78: Hemed.
Árbitro: Ayza Gámez (Comité Valenciano). Expulsó con roja directa al local Llorente y al visitante Nunes por mutua agresión (m.33). Mostró tarjeta amarilla a Oier (m.73) y Damià (m.86), de Osasuna, y a Geromel (m.52), del Mallorca.
El Mallorca ha encontrado una pócima basada en el pragmatismo que está generando resultados. Es el estilo de Joaquín Caparrós. Puede gustar o no, pero es su filosofía. Y exprime esos principios hasta sus últimas consecuencias, como quedó demostrado ayer en El Sadar. El grupo balear se pasó todo el partido achicando agua, encerrado atrás y rifando su destino a la mala puntería de su enemigo. Pero se rehizo cuando el rival le golpeó en la mandíbula y supo exprimir al máximo su eficacia a balón parado para amarrar un empate de mérito. Dos postes en el tramo final privaron al Mallorca de igualar el mejor arranque de su historia, aunque el punto le mantiene en la nobleza del curso tras devorar los cuatro primeros capítulos.
El resultado fue la consecuencia de una tarde extrañísima de fútbol. Osasuna tuvo los mandos del partido, aunque las mejores ocasiones llevaron la firma isleña.
El Mallorca se arremangó desde que pisó El Sadar. Caparrós aparcó el trivote para una mejor ocasión y taponó la ausencia de Víctor con Alfaro en la mediapunta. Le dejó el campo y el balón a Osasuna, que metió más intensidad que fútbol en el arranque. Tumbó el campo a las orillas, con Cejudo y Sisi, y se puso a colgar balones. El problema navarro es su falta de dientes. No tiene gol. También ha perdido poderío ofensivo en las acciones a balón parado. Botó 14 córners y solo remató uno, en el último minuto, por medio de Nino, el más bajo... El Mallorca, todo lo contrario. Empató en un saque de esquina y estrelló dos balones en la madera tras sendas faltas lanzadas por Javi Márquez y Joao Victor.
Después de una media hora inicial de fútbol directo de Osasuna y de una media ocasión isleña -cabezazo de Alfaro tras un remate pifiado de Ximo-, la tarde enloqueció con un roce entre Llorente y Nunes que Ayza Gámez resolvió por la vía rápida y expulsando a ambos.
Caparrós situó a Nsue en el lateral y a Ximo en el centro. El experimento duró poco porque en el minuto 41, Geromel entró por Alfaro para situarse junto a Anderson y formar una defensa totalmente nueva. Osasuna apretó y Cejudo casi aprovecha la indecisión isleña con un disparo a bocajarro que se estrelló en el pecho de Aouate.
En el segundo tiempo, el grupo de Mendilibar encerró al Mallorca en su área. Metió en la area a Lamah y Sola, mientras que Caparrós situaba a Joao Victor por Pina. Toda una declaración de intenciones. Daba por bueno el empate.
Sin embargo, la ambición de Osasuna se tradujo en el marcador. Centro desde la izquierda de Lamah y testarazo de Kike Sola entre Geromel y Anderson. A falta de veinte minutos, el Mallorca debía cambiar toda su filosofía. Dio entrada a Arizmendi -otro debutante- y de inmediato Javi Márquez colgó una falta central que se fue envenenando. Andrés tocó como pudo y el balón se estrelló en el larguero. Cuatro minutos después, Márquez botó de esquina y Hemed, casi de rodillas en el área pequeña, impulsó el balón con su cabeza para firmar el empate. Y, en el minuto 83, Joao Victor culminó una jugada para enmarcar -dos caños seguidos- con una falta directa a la madera. Hubiera sido la guinda a otra jornada viviendo entre los grandes. Y van cuatro...