El Mallorca quiere seguir instalado en el ático de la Liga. Acostumbrado a arrancar el campeonato con el motor gripado, el grupo balear abre hoy el cuarto capítulo del torneo con los bolsillos repletos de puntos y una paz en el seno del vestuario que contrasta con la convulsa situación social. La escuadra bermellona está lanzada y tiene a tiro igualar la mejor nota de su historia a estas alturas. El triunfo le reportaría un botín de 10 puntos sobre 12 posibles, solo amarrado por el Mallorca de Cúper hace ahora ¡15 años!
Los mallorquinistas, plétoricos tras vencer a la Real Sociedad, pisan un escenario tradicionalmente hostil -una sola victoria en veinte visitas- con la única idea de seguir sumando para mantener la cabeza alta. El enemigo de turno será Osasuna, un rival que llega al duelo con las primeras urgencias de la temporada. Todavía no ha capturado ni un punto y está obligado a comenzar a sumar para espantar todos los fantasmas y restaurar el peor arranque de su historia.
Dificultades
El Mallorca y su entrenador son conscientes de la dificultad que se esconde en este nuevo capítulo del torneo, pero el estado de forma de la plantilla y las cifras que ha cosechado en sus últimas visitas al Reyno de Navarra -una victoria y dos empates- refuerzan unos argumentos cargados de pólvora.
Las huestes de Caparrós, que en apenas tres partidos ya ha encontrado el equilibrio en las dos áreas, irrumpirá en la capital navarra con varios cambios entre sus filas. El técnico utrerano pierde a Víctor Casadesús -autor del tanto que tumbó a la Real Sociedad-, pero da entrada por primera vez a Javier Arizmendi. No obstante, Capa estudia taponar la baja del delantero reforzando aún más la sala de máquinas. En este sentido, cobra fuerza la posibilidad del trivote, con Pina y Joao Victor barriendo y Javi Márquez repartiendo las cartas unos metros por delante. El resto del once será un calco del que alineó el sevillano hace dos semanas. Aouate se situará bajo los palos, con Ximo, Nunes, Anderson y Antonio López en defensa; el trivote anteriormente mencionado, con Nsue y Pereira por las orillas y Tomer Hemed -autor de dos goles de penalti el curso pasado en El Sadar- como principal referencia ofensiva. En Palma se quedaron los lesionados Víctor, Alvaro y Giovani Dos Santos, al que todavía le quedan al menos dos semanas para recuperarse.
Osasuna, en cambio, afronta el duelo con su depósito anímico en reserva. Ha perdido los tres partidos disputados -en Coruña y Vigo y en casa ante el Barça- y además no contará con dos piezas clave, como Puñal y Arribas.
Es alta, por contra, el mediapunta argentino Emiliano Armenteros, quien se ha perdido las tres primeras jornadas por una lesión muscular y se perfila incluso como titular.