El año II de Caparrós en el Mallorca empieza oficialmente hoy mismo cuando a partir de las seis de la tarde, el club anuncie de forma oficial el acuerdo con el entrenador andaluz y presente al técnico como la punta del iceberg del nuevo proyecto. Resuelto el contrato del entrenador, ahora empieza un duro trabajo por delante, un trabajo de despachos que tiene que finalizar con la presentación a mediados de agosto de un equipo remozado, ausente de futbolistas con los que el entrenador no cuenta y que deben dejar su lugar a un elevado número de nuevos fichajes que se amolden más al 'perfil' del técnico de Utrera.
No hace falta se excesivamente avezado para saber que casi la totalidad de fichajes de Serra Ferrer no han servido esta temporada para Joaquín Caparrós y que por lo tanto tampoco servirán con vistas a la venidera campaña. El entrenador ha confiado con Chico y Tissone, pero el resto de contrataciones del director deportivo y vicepresidente del club, han gozado de un protagonismo practicamente nulo y que incluso ha ido disminuyendo cuando el calendario sometía al equipo a múltiples presiones. De esta forma Serra Ferrer deberá encontrar acomodo a Zuiverloon, Joao Victor y Ogunjimi, este último fue la contratación más cara de la nueva era y además de ser un fichaje frustrado en su momento por la mala tramitación del mismo, en el terreno de juego no ha demostrado absolutamente nada. Sobre la mesa existen otros muchos casos que resolver y que no serán fáciles de cerrar. Uno de los más problemáticos puede ser el de Michael Pereira, al que el club situará en el mercado a la espera de la llegada de una oferta suculenta.