Mientras Caparrós continúa envuelto por los interrogantes, su representante reclama «paciencia» a la hora de decidir su futuro y parece dispuesto a alargar los plazos de las conversaciones hasta que acabe la Liga. Eduardo Ipiens aseguraba ayer este periódico que «mientras haya competición tenemos que estar centrados en ella. Y mientras haya opciones de aspirar a otro objetivo, por remota que sea, debemos respetarla», agregaba en relación a las posibilidades de que el Mallorca todavía pelee por los puestos que dan acceso a la Europa League.
Ipiens confirmaba que viajará la semana que viene a la Isla para «arreglar algunos temas y uno de ellos será el de la situación de Joaquín», aunque señalaba que todavía es pronto para saber qué pasará con el futuro del entrenador utrerano. «Hablamos regularmente con el presidente y el director deportivo, pero insisto en que ahora hay que mantener la tranquilidad y esperaremos a que pasen estos cuatro partidos porque el objetivo del técnico debe ser sumar los doce puntos que faltan por disputarse. Luego analizaremos todas las propuestas, incluida por supuesto la del Mallorca una vez que se confirme».
Lo que también deja claro el representante es que el club balear debería partir en una posición prioritaria a la hora de negociar. «Caparrós es entrenador del Mallorca y aunque sea únicamente por ello será la primera posibilidad que valoremos. Pero incido de nuevo en que todos debemos ser pacientes porque no se va a tomar ninguna decisión mientras la Liga esté en marcha y haya posibilidades de que el Mallorca sigue mejorando su posición. La comunicación con los gestores del club es fluida. Nosotros sabemos lo que quieren y ellos saben lo que queremos nosotros, aunque por el momento todos debemos esperar para ver qué ocurre».
Joaquín Caparrós, que ha cumplido el objetivo para el que fue contratado tras la marcha de Laudrup con cuatro jornadas de antelación, ha vuelto a colocarse en un lugar privilegiado del expositor de la Liga y todo apunta que decidirá su porvenir en función de lo que ocurra en el banquillo del Sánchez Pizjuán, donde la continuidad de Míchel tampoco está clara.