El vestuario del Mallorca no se fía ni de su sombra. Ningún jugador quiere oír hablar de que la permanencia es un hecho, ni de que está certificada ni tan siquiera de que es un hecho virtual. Nada más lejos de la realidad. Todos recuerdan el dramático pasaje de la pasada Liga cuando todo parecía hecho semanas antes de finalizar la temporada y al final fue la victoria del Valencia en Riazor la que propició la salvación. Ahora, en una situación más o menos similar, pero ligeramente favorable a los baleares, la caseta del Mallorca pregona prudencia, pide calma y mira a Santander con respeto. Dudú Aouate se encargó ayer de mantener con los pies en el suelo a todo el entorno y ciertamente lo tuvo fácil. Bastaba con echar precisamente la vista atrás y recordar lo que ocurrió al término de la temporada regular, allá por el mes de mayo de 2011. «¿Tranquilidad ahora?, el año pasado la tranquilidad casi nos llevó a Segunda División. No estamos tranquilos, sí muy concentrados y muy a lo nuestro, con el reto de cumplir un objetivo que tenemos cerca, pero que todavía no está logrado matemáticamente», recordó el portero del Mallorca.
¿Hay miedo escénico? Por una parte no, pero por la otra sí existe el temor a que algo similar a lo que ocurrió la campaña anterior pueda volver a darse. En fútbol nunca se sabe y pese a que la puntuación del Mallorca refleja que existe un abismo de nueve puntos con el equipo que marca el descenso, aquí nadie se fía y mucho menos cuando el rival es un Racing herido, tocado y casi hundido, pero todaviá con opciones de resucitar. «El del jueves es un partido peligroso», advirtió Aouate. «Necesitan los puntos y estarán seguramente motivados ante una de las últimas oportunidades. No hay vuelta atrás, queda poco y es un partido peligroso. Ellos no despreciarán este partido», recordó el portero del Real Mallorca. Mientras el equipo se muestra concentrado, consicente de lo que hay en juego y mirando a Santander con respeto, pero a la vez con la ambición de ganar para ahora sí certificar la permanencia, el club sigue enfrascado en líos absurdos, ridículos, que rozan hasta lo chistoso.
Ayer el lío del día lo montó el Mallorca con la lesión de Chico Flores. El defensa, uno de los jugadores más activos a través de 'Twitter', informó a sus numerosos seguidores que se perdería el partido ante el Racing y también el de San Mamés debido a que una resonancia magnética ha descubierto que sufre una elongación y rotura de grado 1 en el abductor. A partir de ahí, la confusión y el oscurantismo que marcan la administración del club desde la llegada de Serra Ferrer hicieron el resto.
El 'tuit' fue misteriorsamente borrado y el club no informará hasta hoy de la lesión del futbolista. La buena noticia será el posible regreso de Nunes, que podrá volver al equipo en ausencia de Chico, al que el club, al parecer, le censuró su 'tuit'. Cosas del Mallorca.