El Mallorca se adentra hoy en un episodio que se antoja crucial para amarrar la supervivencia y divisar la Tierra Prometida. Con la intención de espantar de forma casi definitiva los fantasmas del descenso, el grupo balear acude a un escenario complicado para medirse a un Sevilla al alza que persigue su tercera victoria consecutiva para subirse al tren europeo. Con la línea de meta en el horizonte, la escuadra de Caparrós quiere levantarse, tras doblar la rodilla ante el Barça, y comenzar a marcar los fantasmas del descenso, el grupo balear acude a un escenario complicado para medirse a un Sevilla al alza que persigue su tercera victoria consecutiva para subirse al tren europeo. Con la línea de meta en el horizonte, la escuadra de Caparrós quiere levantarse, tras doblar la rodilla ante el Barça, y comenzar a marcar su territorio (21.00 horas, Sánchez Pizjuán. Canal + Liga 2/GolT).
Tras su derrota ante el equipo azulgrana el pasado sábado, el Mallorca debe recuperar el paso. Volver a la regularidad que exhibió durante los últimos movimientos del curso, los siete de nueve puntos posibles -ante Valencia, Atlético y Sporting- que le permitieron escapar de forma casi definitiva del fango.
Obtuso, sin convicción ni confianza frente a los de Guardiola, la escuadra de Capa quiere dar un nuevo golpe en Sevilla. Un zarpazo que le situaría en la rampa de la salvación -ahora está ocho puntos por encima del descenso- y le permitiría comenzar a diseñar el boceto de la próxima campaña.
La prueba de esta noche es exigente. El Sevilla se ha rebelado en las últimas semanas y, de la mano de Míchel, parece haber enterrado la irregularidad de la era Marcelino, aunque se atraganta en su centro de operaciones. Fiable a la contra, a la escuadra hispalense le cuesta manejar los partidos desde la posesión. De hecho, solo ha ganado uno de los seis últimos partidos disputados en casa y su ascensión se ha cimentado en los dos últimos triunfos a domicilio.
Si hoy logra enganchar su tercera victoria consecutiva se situará con 42 puntos, en el balcón de la Europa League. Si cae, el Mallorca le igualará a 39 puntos...
Joaquín Caparrós regresa a su casa. Al club que le dio la alternativa en Primera División y en el que dio sus primeros pasos en la nobleza. Los focos del morbo apuntarán al banquillo mallorquinista por la presencia del utrerano, al que solo le ha sonreído la victoria en Nervión en su primera visita como enemigo. Fue cuando dirigía al Deportivo. Desde entonces, ha perdido en cuatro de sus cinco últimos visitas...
Con la intención de frenar la racha sevillista, el técnico mantendrá la pizarra que tan buenos resultados le ha proporcionado en sus citas precedentes.
Juntará en la sala de máquinas a la dupla Tissone-Martí, situando a Pereira y Gonzalo Castro en las bandas. Con Víctor Casadesús como principal referencia ofensiva, la duda apuntará al segundo punta. Alvaro y Hemed se han alternado ese papel en las últimas jornadas, aunque el valenciano fue titular en las dos últimas salidas. Nsue es la tercera opción.
En la línea de atrás, Aouate se situará bajo los palos, con Chico -si se recupera de sus molestias-, Nunes, Ramis y Cáceres. Para refrescar el equipo quedarían tipos como Pau Cendrós, Alfaro, Bigas, Pina, Nsue.... No formaron parte de la expedición desplazada ayer hasta la capital hispalense Kevin, Crespí, Tejera y tres de los fichajes de Serra Ferrer: Joao Victor, Zuiverloon y Marvin Ogunjimi, que permanecen en el ostracismo más absoluto.
El Sevilla quiere proseguir con su escalada hacia Europa. Afronta la cita en pleno Lunes Santo - lo que ha causado malestar en gran parte del sevillismo al coincidir con las cofradías- en su mejor momento del curso, tras golear por 0-3 en Santander y Granada.
El conjunto de Míchel podría repetir el once de Granada con la novedad del mallorquín Luna por el sancionado Fernando Navarro en el lateral zurdo. Por cierto, como ya es tradición por Sevilla en Semana Santa, la lluvia amenaza con hacer acto de presencia...