El Mallorca parte hoy rumbo a Valencia con la intención de romper quinielas y alterar inercias. El equipo isleño quiere romper con esa mala racha que le persigue ante los equipos grandes y la rutina de perder en sus últimas salidas. De hecho, el grupo dirigido por Caparrós ha logrado seis de sus siete triunfos ante los diez últimos clasificados del campeonato. El triunfo ante el Rayo Vallecano, que fue la última alegría rojilla a domicilio -0-1 el pasado 22 de enero- es la única excepción. El bloque balear ha logrado, en la mayoría de ocasiones, dar la cara ante sus rivales directos (con victorias ante Villarreal, Racing, Zaragoza, Betis o Real Sociedad), pero ha encallado ante los bloques más potentes del curso.
Al margen de la victoria ante en Vallecas, en el resto de los duelos ante los diez primeros de la Liga, el Mallorca no ha podido atrapar los tres puntos, aunque sí que rascó al menos un empate frente al Valencia en el partido de la primera vuelta -en el estreno de Joaquín Caparrós-, en el Vicente Calderón o en casa ante el Sevilla.
No es precisamente Mestalla el escenario ideal para enderezar el rumbo, aunque es cierto que el conjunto balear no ha perdido en sus dos últimas visitas (1-1 en la 2009-10 y 1-2 el curso pasado). Porque este Mallorca parece haber perdido altura a domicilio.
Ha doblado la rodilla en sus tres últimos desplazamientos (1-0 en Cornellà y Anoeta y 3-1 en La Rosaleda) y necesita recuperar esa chispa mostrada en sus visitas a Zaragoza, Levante o el propio Vallecas para no fiar toda la responsabilidad de la permanencia en Son Moix, donde tropezó hace siete días ante Club Atlético Osasuna.
Además, para la cita de mañana en Mestalla, Joaquín Caparrós deberá remover la sala de máquinas. El técnico utrerano pierde a dos de sus piezas clave en el centro del campo. La lesión en el tobillo de Fernando Tissone, tal y como se temía, le va a dejar fuera de combate de cara al compromiso de mañana. A la baja del ítalo-argentino se suma la ausencia de Tomás Pina. Y, para agravar la situación, está el estado físico de Castro. El Chori , que marcó los dos goles en el triunfo del curso pasado en la capital del Turia, apenas se ejercitó ayer durante unos minutos y es duda para la cita, aunque el cuerpo técnico confía en contar con uno de los jugadores más desequilibrantes del vestuario.
Para taponar la hemorragia abierta en el corazón del equipo y compartir plaza con Pep Lluís Martí en la sala de máquinas, Caparrós maneja las opciones de dos futbolistas condenados al ostracismo durante los últimos meses: Sergio Tejera y Joao Victor. Las condiciones del centrocampista catalán, un futbolista con más imaginación que músculo, no parecen encajar en ese doble pivote en un duelo en casa del tercer clasificado.
Tejera o Joao Victor
Además, Tejera regresó en la última jornada a la actividad después de cuatro meses prácticamente en el anonimato. Claro que la opción B, la del brasileño, tampoco es para lanzar cohetes. En el presente año apenas ha entrado en los planes de Capa y en las últimas jornadas no ha entrado ni siquiera en la convocatoria. Sin embargo, ante las bajas de Tisso y Pina, el técnico sevillano no tendrá más remedio que recurrir a Tejera o a Joao Victor. El brasileño, por cierto, presenta unas estadísticas que no invitan al optimismo cada vez que comparece por el once inicial. De hecho, ha sido titular en once partidos oficiales en la presente temporada con un balance de ¡10 derrotas! y una sola victoria.
A pesar de estos antecedentes, el vestuario se ha conjurado para iniciar esta maratón de partidos, este repóquer clave, con una sonrisa. A la vuelta de la esquina ya aparecen los choques ante Atlético de Madrid, Sporting de Gijón, Barcelona y Sevilla... Un tramo que marcará el destino del Real Mallorca.