Utz Claasen ha ganado su primera batalla. El accionista alemán, que la semana pasada dirigió al Mallorca una serie de requerimientos notariales, ha logrado que el consejo de administración atienda al menos uno de ellos y ha recibido en las últimas horas, a través del notario Carlos Jiménez, una veintena de actas correspondientes a las reuniones del órgano de gobierno de la club balear del último año y medio. El Profesor , que todavía tiene que estudiar y analizar la documentación presentada, saborea así su primer pequeño triunfo en el enfrentamiento que mantiene con Serra Ferrer tras su intento de aplicarle a la entidad una política de «profesionalidad y transparencia».
Molesto y hastiado con algunas de las situaciones que había prsenciado en los despachos de Son Moix, Claassen decidió dar un paso al frente a finales de enero que le empieza a reportar ahora los primeros resultados. En ese momento, el accionista y consejero germano denunciaba, a través de una carta dirigida a todos los mimebros del consejo, el oscurantismo que reina en el club, además de lamentar el hecho de haberse enterado por los medios de las negociaciones de venta o de formular más de un centenar de cuestiones en relación, entre otras cosas, al polémico traspaso de Alejandro Alfaro o al presunto sobrecoste en el precio que pagó por sus acciones de la entidad.
Guerra fría
A partir de ahí la guerra fría se agudizó, pero Utz Claassen no recibía respuesta alguna y tras sentirse menospreciado en las posteriores reuniones decidió seguir adelante y la semana pasada se apoyó en una nueva estrategia. Se presentó en el Iberostar Estadi de la mano de un notario y fijó una serie de requisitos, de los que el consejo debía satisfacer algunos de ellos en el plazo de siete días. Y parece que al borde de que se alcanzara el ultimátum, el club bermellón ha reaccionado accediendo a parte de sus peticiones.
En uno de los cuatro requerimientos presentados, el alemán reclamaba que se le hiciera entrega de todos los borradores y las actas de las reuniones del consejo del pasado año. En total, el club le ha facilitado una veintena que, en cualquier caso, deberán ser analizadas por el consejero en los próximos días para saber si se adaptan a su petición y se ajustan a la realidad.
Claassen había exigido también que a partir de ahora sea un notario quien levante las actas del consejo de administración con un único objetivo: «evitar malentendidos y asegurar la neutralidad de las actas» a través de una persona externa. Por otra parte, el segundo máximo accionista del Mallorca continúa esperando respuestas a la preguntas que ha ido lanzado en sus tres cartas remitidas al consejo -la mayoría de ellas no han sido abordadas- y quiere que en el orden del día del próximo consejo se incluya el punto del nombramiento de un representante de la Federació de Penyes Mallorquinistes.