Utz Claassen ya sabe oficialmente que pagó más por sus acciones que el resto de consejeros. Así se lo ha confirmado el presidente del consejo de administración del club, Jaume Cladera, que tomó la inciativa de hablar con el alemán ante la imposibilidad de Serra Ferrer de atender al consejero germano, bien por enfermedad o por encontrarse de viaje. Cabe recordar que Claassen abonó 500.000 euros por el 10% de las acciones que adquirió porque según el propio consejero «Serra y Cladera me dijeron que habían pagado 5 millones por el club» cuando realmente la compraventa se cerró en torno a los 2 millones de euros, más una cifra que rondaba los 900.000 euros a Mateu Alemany como retribución por haber gestionado el concurso de acreedores. El precio que debía haber pagado Claassen se debía corresponder porcentualmente con un 10% sobre un precio de 2 millones y no de 5, como finalmente fue. Sin embargo, y según apunta el propio consejero alemán, Cladera responsabiliza del precio fijado finalmente a Serra Ferrer y por lo tanto le apunta directamente en lo que Claassen tiene ya claro que es más que un posible engaño. El presidente del Mallorca, según Claassen, confirmó de esta forma al propio consejero que eran ciertas las informaciones que apuntaban a que pagó más que otros propietarios de títulos de la SAD Balear y ahora será el propio Utz junto a sus asesores el que decidirá si acude a los tribunales por considerar que fue engañado al fijarle un precio superior a que debía abonar. En este mismo escenario, Claassen todavía sigue esperando las actas y borradores del año pasado, una de las condiciones que fijó en el último consejo de administración. Ayer noche, al cierre de esta edición, todavía no había recibido ningún tipo de documento. Por otra parte, y respecto al centenar de preguntas que hizo llegar al consejo, en especial a Serra, Cladera y Miquel Coca, Claassen se ha mostrado «insatisfecho» por las respuestas recibidas y a partir de este momento, serán sus asesores los que definan el camino a seguir debido a que el alemán cree que las respuestas recibidas no son en absoluto convicentes y quiere mucha más claridad.
Peticiones
Las peticiones de Claassen pasaban por concretar el coflicto del sobrecoste en el precio de sus acciones y también por saber con detalle qué se esconde detrás del fichaje de Alejandro Alfaro. Los detalles de la negociación de la venta del club con un grupo alemán, asuntos de carácter interno como el mobbing y el estado de liquidez del club eran otros de los capítulos de los cuales Claassen había solicitado una información detallada y, al parecer, las respuestas recibidas no han sido en absoluto satisfactorias.
A partir de estos momentos Claassen tiene ya claro que no se ha jugado limpio con él y está dispuesto más que nunca a pasar a la acción.