El nombre de Miquel Soler Sarasols cuenta ya con un espacio privilegiado en la libreta con la que trabaja la dirección deportiva del Mallorca pensando en la próxima temporada. El complicado escenario sobre el que se mueve el club y los números redactados últimamente por el filial bermellón han convertido al Nanu en algo más que una simple opción de futuro. Entre otras cosas, porque el catalán se perfila ahora mismo como una de las principales posibilidades para ocupar el vacío que muy probablemente dejará Joaquín Caparrós en el banquillo de la primera plantilla a partir del próximo 30 de junio, cuando concluya su relación contractual con la entidad isleña.
Las actuales dificultades económicas, que obligarán al Mallorca a seguir apretándose el cinturón este verano para adaptarse a las exigencias del convenio de acreedores, hacen prácticamente imposible que el club pueda abordar la renovación de Caparrós en los términos actuales y le forzarán a buscar alguna alternativa más adecuada a su situación. El Nanu , además de hacerlo, cuenta con el respaldo de Llorenç Serra Ferrer, que parece dispuesto a darle la alternativa al exfutbolista después de cuajar una campaña impecable con el equipo nodriza en Son Bibiloni.
Hoja de servicios
Después de una extensa y prolífica carrera como jugador (con más de 500 partidos en Primera a sus espaldas sigue siendo uno de los futbolistas con más recorrido en la historia de la Liga), Soler se estrenó como primer entrenador en el banquillo el verano pasado. Asumió las riendas del Mallorca B y aunque en principio la formación parecía destinada a competir en el grupo balear de Tercera División, el club acabó adquiriendo una plaza en la división de bronce y su equipo no lo acusó. Abanderando una propuesta fresca y vistosa, el filial rojillo olvidó muy pronto las penurias del ejercicio anterior y le ha bastado con media temporada para dejar apalabrado el objetivo que se había marcado en el kilómetro cero. De hecho, a día de hoy vive alojado en una de las posiciones del p layoff de ascenso a Segunda y va a consumir las jornadas que tiene por delante liberado de presión.
Su decálogo y su capacidad para dirigir al grupo, que además ha ido nutriendo de futbolistas a la primera plantilla, le señalan ahora como el candidato ideal para sustituir a Caparrós si éste no renueva su compromiso con el Mallorca, tal y como parece. El de Utrera llegó a la Isla acompañado de su equipo de colaboradores para sustituir a Michael Laudrup y aunque por el momento ha mantenido al conjunto bermellón apartado de la zona de descenso, su caché va a poner cuesta arriba la continuidad. El club, que ya tuvo que realizar un desembolso enorme con su llegada y la marcha del anterior técnico, no puede permitirse más dispendios. Sobre todo, cuando hay un entrenador como el Nanu Soler llamando a la puerta.