Apoyado en su característico decálogo y reforzado por los últimos resultados, Joaquín Caparrós pretende que el Mallorca eche a volar definitivamente en Málaga. El entrenador andaluz se ve capacitado para recoger en la Costa del Sol el premio a su trabajo más reciente y aunque recuerda que el potencial de su rival de esta tarde es inmenso, no cierra la puerta de la sorpresa. Reconoce, en cualquier caso, que para puntuar hará falta recuperar la versión más brillante y que eso pasa por elevar la confianza en todos los integrantes del vestuario, independientemente de quién acabe jugando. «Debemos confiar en todos los componentes de la plantilla. Ahora los jugadores importantes son los dieciocho futbolistas que van», señalaba poco después de redactar una convocatoria marcada por las ausencias.
Dificultad
El entrenador de los baleares espera «un partido complicado contra un magnífico técnico, un gran equipo y un club que hace las cosas bien. Todos esperábamos algo más del Málaga a nivel clasificatorio, pero al final por su calidad seguramente acabará mejorando. Nosotros somos conscientes de que tenemos que hacer un gran partido. Debemos transmitir y ser el Mallorca de los mejores partidos, porque con la calidad que hay podemos tener problemas».
Uno de los temas que han monopolizado la actualidad mallorquinista durante la semana ha sido la baja de Cendrós y el nombre de su posible sustituto. El preparador de Utrera ha preparado el partido en su laboratorio con Martí Crespí desplazado a la derecha, aunque ayer incluyó a Zuiverloon en la lista y se esforzó en mantener la incógnita hasta poco antes del duelo. «Tanto Martí Crespí como Gianni tienen opciones de poder jugar», espetaba.
Acerca de la composición del ataque y de la posible suplencia de otro de los fichajes de la temporada, Marvin Ogunjimi, Caparrós también lo tiene claro: «Hay otros futbolistas que están apretando, no es cuestión de poner un futbolista por poner. Será un jugador importante y debo sacar el máximo provecho a la plantilla», aclaraba.
Fortuna
Preguntado sobre los peligros del Málaga, el entrenador sevillano entiende que «la alta competición es difícil» y define a su oponente como «un equipo que individualmente tiene buen ataque. Nosotros debemos estar a alto nivel colectivo y que tengamos ese componente de fortuna que es fundamental en el fútbol. La línea a seguir es mantener, que poco a poco seamos un equipo. Mantener una regularidad. Para eso estamos trabajando».