Serra Ferrer fue una de las principales ausencias en el consejo de administración que tuvo lugar ayer en Son Moix. Bien por la ola de frío o por tener que responder al enorme número de preguntas incómodas planteadas por el alemán, lo cierto es que el vicepresidente del Mallorca dejó el 'trabajo sucio' a su principal 'brazo armado' en el consejo, es decir, Biel Cerdà, Miquel Coca y Jaume Cladera.
Los tres consejeros no resolvieron las dudas de Claassen, especialmente las que hicieron referencia al precio que pagó por sus acciones y que han desencadenado un conflicto en el club cuyas consecuencias son impredecibles. No obstante, al aleman le interesaría saber de primera mano, es decir, en voz de Serra Ferrer, las explicaciones que tiene que darle en torno al precio de adquisición de sus títulos de la SAD Balear.
El consejo de administración dio inicio a las once de la mañana y justo antes de entrar, Claassen vaticinó que sería una reunión «bonita». Al término de la misma, el germano atendió a los medios informativos, mientras que el resto de miembros del consejo fueron abandonando Son Moix en el momento en que el alemán era el centro de atención mediático y atendía a los periodistas que esperaban a la conclusión del cónclave. Claassen está acaparando gran parte del protagonismo durante estas últimas semanas y sus peticiones de «transparencia» y «honradez» han calado en el seno de la afición, que sigue preguntándose por qué no se da la transparencia de la que Serra hizo bandera cuando pasó a controlar el club.