Toca remontada. Y a lo grande. Aunque en el ambiente no se respire el aroma de las grandes noches, más bien lo contrario, el Mallorca abordará hoy una gesta de proporciones notables. El equipo balear desafía a la Real Sociedad y a su estadística -solo en una ocasión en su historia ha remontado un 2-0 adverso- para llegar a jugarse los cuartos la próxima semana ante Athletic o Albacete. Ni siquiera el hecho de tener el camino despejado -evita a Barça, Madrid, Sevilla, Valencia hasta la final...- ha alterado el guión de un club que ha despreciado el torneo desde el primer día y que menciona la palabra remontada con la boca pequeña. (20.00 horas, Son Moix, PPV).
El resultado que atrapó la Real en Anoeta requerirá un doble esfuerzo por bando local. Tanto en lo físico como en lo emocional.
Este tipo de duelos, en los que arrancas con un marcador apretado en el cuello, están marcados por la predisposición. La ilusión. Las ganas de remontar. Sin embargo, desde las entrañas de la propia entidad, se habla más del compromiso liguero del próximo sábado frente al Real Madrid que de la cita de esta noche.
Nadie de la entidad ha asomado la cabeza para hacer un llamamiento o para pedir aliento. Tampoco se aprecia una ilusión especial en la hinchada, consciente de que Joaquín Caparrós le entregará toda la responsabilidad de la eliminatoria a los menos habituales.
No se espera la presencia sobre el césped de los Aouate, Chico, Pereira, Castro o Víctor, tipos que podrían aportar un plus extra a la eliminatoria. Aunque la incógnita sobre la apuesta definitiva del técnico no se despejará hasta esta mañana, cuando facilite la lista de convocados. Claro que en la anterior eliminatoria, ante el Sporting, el Mallorca salió a El Molinón a verlas venir y se encontró con la clasificación casi sin querer...
En la Real Sociedad, el ambiente que se respira es diametralmente opuesto. No disputan unos cuartos desde ¡1993! -el Mallorca ha alcanzado esta ronda en tres de las cuatro últimas campañas- y están excitados ante una hipotética lucha por las semis ante el Athletic.
Con un 2-0 en contra, la consigna resulta evidente. El Mallorca quiere un gol pronto y su rival, evitarlo. Los rojillos pretenden romper el partido a su favor y marcar lo antes posible, mientras que el cuadro realista tratará de sentenciar al contragolpe. Un gol visitante le echaría prácticamente el lazo a la eliminatoria.
La cara B del vestuario bermellón afronta este capítulo con la exigencia de lavar su imagen. Una porción notable de la eliminatoria se arrojó por la borda en San Sebastián con una derrota que provocó el castigo de Caparrós. Encerró a los jugadores en el vestuario y les puso el video del choque con música fúnebre...
El entrenador sevillano agitará de nuevo el vestuario y dibujará el once mirando de reojo al duelo frente al líder. Apenas desfilarán titulares por la pasarela de Son Moix. Quizás Tomás Pina -sancionado ante el Real Madrid- reparta las cartas en la sala de máquinas, con Nsue, Tejera y Alfaro por detrás de Hemed.
Los focos del partido también apuntarán a Marvin Ogunjimi... si finalmente entra en la lista. Un esguince leve le impidió estar en la ida frente a la Real Sociedad y ante el Levante, pero parece que esta noche estará, 100 días después de su último partido, vestido de corto. Un aliciente más en una noche sin término medio.