Marvin Ogunjimi ya está listo para debutar como jugador del Mallorca. El fichaje más esperado de la era Serra Ferrer parece haber dejado atrás los problemas que le impidieron intervenir en los primeros partidos del 2012 y si Caparrós decide reclutarlo para el segundo y definitivo asalto de la eliminatoria de Copa del Rey ante la Real Sociedad tendrá su primera oportunidad para presentarse oficialmente ante el público de Son Moix.
La historia de Ogunjimi en el club balear está marcada por una serie de pasajes que han mantenido al belga en el punto de mira durante meses. El exjugador del Genk, todo un desconocido para el mallorquinismo hasta el pasado 31 de agosto, salió del anonimato minutos antes de que el mercado veraniego bajara la persiana. Tras muchos meses de búsqueda, la dirección deportiva rojilla le señalaba como el nueve elegido para acabar con los problemas que arrastraba el equipo desde el ecuador del ejercicio anterior. Poco después de la medianoche, el propio Serra Ferrer anunciaba su fichaje y confirmaba que el Mallorca se había visto obligado a realizar una importante inversión (en torno a dos millones y medio de euros) para blindar su concurso.
Sin embargo, esa misma noche el máximo accionista ya supeditaba su inscripción a una decisión de la FIFA. Días después, el máximo organismo futbolístico denegaba el tránsfer del jugador al considerar que la operación se había realizado fuera de plazo y el Mallorca no sólo revivía los peores capítulos del caso Ujah, sino que consumaba su segundo gran fracaso en el mercado en apenas nueve meses. La frustrada incorporación prendía también la mecha del vestuario y acababa de consumir la deteriorada relación entre Michael Laudrup y la propiedad. Era el principio del fin, el punto de partida hacia una nueva etapa.
A partir de ahí y además de precipitar el posterior relevo en el banquillo, el Mallorca acordó la cesión de Ogunjimi al Racing Genk hasta que se abrieran las puertas del bazar invernal. No obstante, el internacional belga apenas contaba para el técnico Mario Been (era el quinto atacante de la plantilla tras tras Voosen, Barda, Benteke y Nwanganga) y era incapaz de actualizar sus registros goleadores en las funciones que representaba.
La llegada de Caparrós al Iberostar Estadi aceleró la llegada de Ogunjimi. Atento a la falta de oportunidades del punta, el utrerano adelantó su incorporación a los entrenamientos para facilitar su adaptación y poder apoyarse en sus prestaciones en cuanto el calendario cambiara de dígitos.
Marvin Ogunjimi se sumó a la disciplina rojilla a mediados de noviembre y en principio estaba llamado a estrenarse en alguno de esos amistosos que había programado el club ante rivales de la part forana. En cualquier caso, esos partidos nunca se celebraron. El mal estado del césped de sa Pobla suspendió los duelos y el belga debía esperar a que llegara la Copa para enfundarse la elástica mallorquinista.
Con la eliminatoria de octavos ante la Real a las puertas, el goleador sufría un esguince leve en el tobillo derecho. Se quedaba al margen de la expedición que viajaba a San Sebastián y repetía ausencia el sábado ante el Levante. Sin embargo, ayer se ejercitaba de nuevo y estará listo para volver a la acción en el intento de remontada a costa de los vizcaínos. Lo hará 133 días después de fichar por el Mallorca, 99 días después de jugar por última vez (ante al RAEC Moons en la Jupiler Pro League) y 169 días después de firmar su último gol en la previa de la Champions ante el Partizán (26 de julio). El reto está servido.