El Real Mallorca perfilaba durante la jornada de ayer la cesión del japonés Akihiro Ienaga al Bayer Leverkusen alemán. La operación, que puede hacerse oficial en las próximas horas, contempla el préstamo del futbolista hasta final de temporada y, en principio, el club balear se ahorrará pagar la ficha del nipón. De esta forma, además de desprenderse de un jugador que no entra en los planes de Caparrós, también podría tener la opción de rastrear el mercado de invierno en busca de algún posible fichaje con el que reforzar, sobre todo, la franja ofensiva.
Aki no es el único jugador que podría abandonar el Mallorca en breve, ya que el club isleño también está concretando la cesión de otro de sus jugadores extracomunitarios, en este caso Ratinho. El lateral derecho, que ya se marchó cedido al Sao Paulo el pasado invierno (precisamente para dejarle su plaza a Aki) recalaría en las filas del Mogi Mirim brasileño, con el que la entidad balear selló un acuerdo de colaboración en 2010.
Destino sorprendente
Sin embargo, llama especialmente la atención que Aki, un futbolista que apenas contó para Laudrup y que no lo hace tampoco para Caparrós, pueda recalar en uno de los clubes más potentes de la Bundesliga. De hecho, el conjunto germano sigue vivo en la Liga de Campeones y se enfrentará al Barcelona en los octavos de final del torneo.
Actualmente el Bayer es el sexto clasificado en la liga germana y salvo que la operación sufra un revés inesperado, será el próximo destino de Aki. El Mallorca incorporaba a finales de diciembre de 2010 al mediapunta y Serra Ferrer, durante su presentación, se mostraba «convencido» de que se trataba de un jugador «con talento y juventud», lo que le convertía en «futbolista de presente y futuro cuyas cualidades se ajustan plenamente a los parámetros deportivos marcados». Un año después, apenas ha jugado más de 500 minutos repartidos en 19 partidos e intentará destapar en Leverkusen esa calidad que se le intuía a su llegada.