F ichaje estancado. El traspaso de Gonzalo Castro se estancó en el pasado mercado de invierno y a mediados de enero de 2011, el Mallorca empez a encontrarse con problemas que no fue capaz de solventar. La histórica deuda que mantiene la entidad balear con el Nacional y el 30% de los derechos del jugador en poder de su representante, Paco Casal, dificultaron la venta del centrocampista uruguayo, según reconoció en reitareadas ocasiones el máximo accionista de la SAD balear, Llorenç Serra Ferrer, cuando trataba de cerrar al venta del uruguayo. «Estamos esperando una llamada de su agente para cerrar la operación. Es una situación compleja porque se dan varios condicionantes que no agilizan el traspaso», explicaba hace once meses el vicepresidente. En principio la negociación incial se basaba en que el Nacional de Montevideo adquiriría al futbolista, a cambio de unos 4 millones de euros -la cantidad que abonó el Mallorca al club uruguayo hace cuatro temporadas- aunque el futuro del Chori no pasaría por regresar a su país y sí por negociar con el club que a él más le interesaba.
OBLIGADOS A VENDER. En esos momentos, el propio Serra reconocía que el Mallorca estaba «obligado» a vender a Castro. «Hay que mirar el tema deportivo y por supuesto que económico. Pereira y Nsue están rindiendo a un nivel excepcional durante toda la temporada y, además, conviene recordar que Castro acaba contrato el año que viene, por lo que estamos obligados a venderlo. Si el jugador no se quiere marchar o su representante no quiere aceptar la operación, qué podemos hacer», manifestaba Serra el mes de enero pasado.
las declaraciones. La situación entre ambas partes llegó a sufrir un revés importante y el vicepresidente deportivo llegó a manifestar que el jugador, en esos momentos «no marcaba las diferencias». «Tanto Pereira como Nsue lo están haciendo muy bien y no creo que la diferencia en estos momentos la esté marcando Castro. Tampoco le podemos restar calidad al jugador, pero esto es un equipo, funciona como tal y también hay que pensar en otros puntos, como por ejemplo que termina contrato y eso es una circunstancia que hay que analizar porque nos podemos encontrar con que no recibamos absolutamente nada», dijo Serra Ferrer a las puertas del cierre del pasado mercado de invierno.
VeNTA FUSTRADA. Una vez más, al igual que ocurrió con Ujah y Ogunjimi, el Mallorca llegó al límite del mercado de invierno con la operación a punto de rematar y el Mallorca terminó cerrando el traspaso del jugador al fútbol ruso por cuatro millones de euros, una venta que no fue aceptada por el jugador que decidió quedarse. Incluso el jugador dijo desconocer que existía dicha propuesta. El 31 de enero de 2011 el club informó a Laudrup de que el centrocampista no se marchaba cuando apenas quince días antes se le recomendó al técnico que no lo alineará porque su venta era «inminente». Los hechos demuestran que la gestión para vender a Castro no ha sido fácil, sobre todo porque su agente tampoco ha facilitado las cosas.
EL AGENTE. El Mallorca se ha encontrado además con la dificultad de tener que negociar con el representante del futbolista, Paco Casal, que también es el mismo agente que Pierre Webó y cuyos intereses están directamente ligados al futuro de el 'Chori' ya que dispone del 30 por ciento del pase del futbolista. Nunca han sido fáciles las relaciones entre Serra y Casal y el propio vicepresidente deportivo no espera ningún detalle por parte del representante a la hora de suavizar la situación y buscar una salida que pueda ser beneficiosa no solo para el futbolista sino también para la SAD Balear. Ayer el jugador manifestó que todavía nadie del Mallorca ha hablado con él y es que negociar con su agente no es en ningún caos fácil.