El Real Mallorca deberá abonar una indemnización de 45 días por año al que fue su director de comunicación, Jordi Jiménez, al que despidió de forma «improcedente», según se acordó ayer en el TAMIB (Tribunal de Arbitraje y Mediación de las Illes Balears). El club y el periodista llegaron a un acuerdo en la sede de este organismo, un encuentro en el que la propia entidad reconoció que la foma en que ejecutó el despido del profesional fue «improcedente», pese a que en la carta de cese se acusaba a Jiménez de «falta de lealtad y abuso de confianza».
La SAD Balear acusó a su exdirector de comunicación de haber filtrado documentos internos del club a varios medios de comunicación -concretamente unas facturas-, hecho que ayer no pudo comprobar porque el club no aportó prueba alguna respecto a sus sospechas.
Comité de empresa
Finalmente el abogado del Mallorca, Miquel Coca, no se presentó al acto de conciliación y en su lugar acudió Antonio Martínez así como los administradores que tutelan el concurso de acreedores del Mallorca, el propio Jiménez y su abogado.
Este periódico se puso en contacto con las dos partes para conocer su versión. Jiménez recuerda que su despido se ejecutó apenas diez minutos antes de que diera inicio una reunión para iniciar las gesiones con vistas a la creación de un comité de empresa, del cual él hubiera ocupado un lugar predominante en la dirección.
«Estoy satisfecho con este acuerdo -explicó Jiménez- porque el Mallorca reconoce la improcedencia del despido, pero nada repara el daño moral que me han hecho. Un daño producido por el poco respeto a las personas que han tenido los directivos del Mallorca. No hay indemnización que compense el daño moral que causan a las personas», explicó el periodista. «En mi opinión -prosiguió- ha quedado demostrado el despido improcedente en el fondo y en la forma. En el fondo porque no exponen ninguna prueba de lo que ellos denominaban falta de lealtad al club y abuso de confianza y también en las formas porque me entregaron la carta de despido diez minutos antes de iniciar una reunión para formar el Comité de Empresa», expuso.
El periodista explicó también que los administradores concursales han reconocido improcedente el despido al no aportar el Mallorca ninguna prueba respecto a sus sospechas y al no permitir al club fichar a ningún profesional que ocupe su lugar hasta el 30 de junio de 2012 al tratarse, según los propios administradores, de un gasto injustificado al que se ha tenido que hacer frente.
Por su parte, el Mallorca, en palabras de su presidente, Jaume Cladera, destaca que en el acto de conciliación de ayer, el club «admitió que se trata de un despido improcedente y acuerda abonar 45 días por año trabajado para cerrar este conflicto y no prolongarlo en el tiempo. El despido se produjo por falta de lealtad y abuso de confianza y no teniámos miedo a perder en instancias superiores, no era un motivo de temor ir ante un juez, pero en el escenario actual no nos interesa prolongar más este conflicto y de esta forma lo damos por cerrado».
Cladera explicó también que puede haber un sector de la masa social que interprete la medida del Mallorca de otra forma: «Entiendo que haya gente que pueda pensar que al aceptar que es un despido improcedente, esto suponga que tenemos desconfianza en ir a juicio, que tengamos miedo a perder, pero no es así», matizó Cladera.
Cláusula
El presidente también explicó que Jiménez tenía una cláusula en su contrato que, en caso de ser despedido, debía ser indemnizado con doscientos mil euros. «Si esta cláusula está vigente, no entiendo por qué no ha agarrado a ella para defender su honor si está tan seguro de su inocencia», expuso Cladera. En este sentido cabe recordar que el que fuera director de comunicación del Mallorca hizo público el pasado 24 de junio de 2010 un comunicado en el que manifestaba lo siguiente: «He puesto a disposición de la propiedad y del Consejo de Administración del Mallorca el contrato que me vincula a nuestro querido club con fecha 16 de octubre de 2009, por si consideran necesaria la revisión de las condiciones económicas de mi vinculación al mallorca. Mi contrato está a su entera disposición por el bien del Mallorca», manifestaba Jiménez en verano de 2010.