La crisis del gol que sacude al Mallorca ha rebasado la verja de Son Moix. Esos problemas ofensivos que arrastra el equipo bermellón y que han limitado su despegue en estos primeros meses de competición han alcanzado a Marvin Ogunjimi, la gran esperanza del club de cara al segundo ciclo de la temporada. El delantero belga, cedido al Genk hasta diciembre después de que la entidad fuera incapaz de inscribirlo a tiempo ante la Liga de Fútbol Profesional (LFP), también anda atascado frente a la portería contraria y sus números se encuentran bajo sospecha. Un dato poco alentador para una escuadra a la que se le siguen resistiendo las buenas noticias.
Si todo sigue su curso habitual, Ogunjimi se pondrá el mes que viene al servicio de Joaquín Caparrós. El fichaje más caro que ha concretado el Mallorca en los últimos tiempos acordó su incorporación a la plantilla el pasado 31 de agosto, después de la dirección deportiva que encabeza Llorenç Serra Ferrer decidiera lanzarse a por su fichaje al comprobar que se le echaba el tiempo encima. En cualquier caso, no se trataba ni mucho menos de la primera opción que manejaba el máximo accionista, que se vio obligado a improvisar sobre la marcha. ¿El resultado? Una operación surrealista que, a su vez, suponía una reedición de la que se había escenificado siete meses antes con Anthony Ujah como protagonista y que se había resuelto con el punta nigeriano huyendo de Son Moix a medianoche.
El Mallorca minimizó los efectos de su fracaso pactando la cesión de Ogunjimi a su club de origen hasta que surgiera de nuevo la posibilidad de inscribirlo en el plantel. Desde entonces, una parte del club y su afición viven pendientes de la evolución del ariete, pero hasta ahora ha sido imposible verlo celebrar un gol con el vigente campeón del fútbol belga.
A excepción de la casilla de los minutos acumulados, las estadísticas de Ogunjimi en la Jupiler League todavía no han sido desprecintadas. El jugador ha participado en seis encuentros (el último de ellos ante el RAEC Moons el pasado 22 de octubre) y suma 327 minutos en los que no ha conseguido agujerear la portería de enfrente. De hecho, es el atacante menos utilizado por el técnico, Mario Been, tras Voosen, Barda, Benteke y Nwanganga. Y el único, junto a este último, que todavía tiene la cuenta a cero.
La sequía de Ogunjimi también resulta extrapolable a la Liga de Campeones, donde ha intervenido sin demasiado éxito en dos partidos ante Valencia y Bayer Leverkusen. Lo más cercano a un gol que ha firmado en los últimos meses lo alcanzó con la selección de su país, en un cruce ante Kazajistán. Aún así, la mayoría de los medios belgas le adjudicaron la autoría del tanto a un defensa kazajo en propia puerta.