Joaquín Caparrós se enfrenta a su pasado con la intención de allanar su futuro. El entrenador utrerano quiere cortar su peor racha en un inicio con un proyecto anterior en la máxima categoría. Ni en el Sevilla -el rival de mañana-, ni en el Deportivo ni en el Athletic de Bilbao, el técnico andaluz necesitó tantos encuentros para alzar los brazos y festejar su primer triunfo.
Aquí, en la Isla, la victoria se le resiste. A los dos empates ante Valencia y Atlético, llegaron dos derrotas, frente a Sporting y Barcelona, que han desembocado en un balance desolador: dos de los últimos 12 puntos en juego...
En la historia bermellona en la máxima categoría, solo dos entrenadores han permanecido tantas semanas sin embolsarse los puntos. Uno fue Luis Aragonés, en la temporada 2000-01, aunque truncó esa pésima racha en su quinto partido... precisamente el que dirigirá mañana Caparrós. El otro fue Koldo Aguirre, cesado en la undécima jornada de la campaña 1983-84 sin haber conocido la victoria.
Después de otra semana marcada por la eterna crisis institucional, el grupo balear se remanga para afrontar el duelo de mañana ante el Sevilla (18.00, Son Moix). Las huestes de Caparrós necesitan imperiosamente reencontrarse con la victoria -no ganan desde el pasado 25 de septiembre... con Michael Laudrup en el banquillo- para no meterse de lleno en problemas clasificatorios con un nuevo parón liguero en el horizonte.
Para cerrar este peculiar ‘Everest' de la Liga, el Mallorca recibirá la visita de un Sevilla que se ha especializado en obtener beneficios cada vez que visita la Isla. De hecho, ha puntuado en sus diez últimas visitas y no pierde en Palma desde la temporada 1999-00.
Además, en el presente curso, el bloque de Marcelino tampoco ha doblado la rodilla a domicilio, aunque es cierto que ha sido incapaz de facturar la victoria. En total, ha empatado en El Madrigal, Reyno de Navarra, Calderón y Camp Nou. Sin embargo, llega hoy a Palma con la derrota frente al Granada del pasado lunes todavía flotando en el ambiente.
El Mallorca necesita ya dar un puñetazo encima de la mesa. Su mala racha y la reacción de algunos equipos que parecían descolgados, le han acercado de forma peligrosa a la zona tenebrosa. De hecho, podría acabar la jornada en descenso dependiente de los resultados que se produzcan.
Con la intención de ahuyentar los fantasmas, Caparrós ha trabajado intensamente durante toda la semana. Aislando al grupo de la fractura social, el técnico quiere volver a recuperar el orden defensivo mostrado ante el Atlético o durante la primera parte frente al Sporting.
El entrenador sevillano mirará de reojo a la enfermería. Pep Lluís Martí es seria dura y hoy se someterá a la prueba definitiva. En el caso de que no esté en condiciones, Caparrós podría situar de nuevo a la pareja Tissone-Pina en la sala de máquinas.
En la línea de fondo, es probable que repita la defensa habitual ya que Nunes tampoco está todavía en condiciones de reaparecer.
Las dudas apuntarán de nuevo a la vanguardia. El técnico apostó en el Camp Nou por Alvaro Giménez y todavía se desconoce si volverá a alinear al delantero ilicitano del filial. En caso contrario, el israelí Tomer Hemed y Víctor Casadesús podrían tener sus opciones.
Emilio Nsue y Gonzalo Castro se perfilan en las orillas, aunque el francés Pereira también cuenta alguna posibilidad.