Una semana después de agarrar el volante, Caparrós ya tiene casi acabado el molde de su Mallorca. El entrenador utrerano, entregado a la causa desde que puso los pies en Son Bibiloni, parece tener decidido el plan de asalto con el que irrumpirá el sábado en Son Moix para representar su primera función al mando de los baleares y conocer a su nueva afición. En principio, el técnico parece decidido a mantener la estructura sobre la que se apoyaron Laudrup y Nadal, modificada únicamente por la baja de Emilio Nsue y las incógnitas que todavía flotan en el ataque.
Joaquín Caparrós no parece dispuesto a aplicar una revolución en su puesta de largo. Entre otras cosas, porque en algunas parcelas de la pizarra tampoco anda demasiado sobrado de efectivos. Como en la línea defensiva, donde las lesiones de Nunes, Cáceres y Kevin han cercenado muchas de sus combinaciones. Para empezar, Aouate (se ha ausentado del trabajo con el grupo durante la semana al estar concentrado con la selección de Israel) es fijo bajo el larguero y el sistema de seguridad que tendrá ante sus ojos también parece calcado al que formó en el Reyno de Navarra. La mayor incógnita en ese sentido señala de forma lógica al lateral izquierdo, ya que Pablo Cáceres y Kevin García, los dos únicos inquilinos para ese puesto de la primera plantilla, ocupan la enfermería. El elegido por Nadal en la jornada anterior fue el canterano Pedro Bigas y, salvo sorpresa, parece que seguirá empotrado en el once. La otra opción pasaría por probar ahí con Pau Cendrós o Crespí, aunque no da la sensación de que ninguna de esas salidas goce ahora mismo de demasiada consistencia. Por lo demás, Gianni Zuiverloon continuará recostado sobre el lateral derecho, con el auxilio en el eje central de Iván Ramis y José Manuel Flores Chico. El timón del centro del campo también tiene pinta de tener dueño. Joaquín Caparrós seguirá alargando su confianza en Martí, a quien conoce perfectamente de su etapa en Sevilla, y en Tomás Pina, cuyo nivel de juego sigue creciendo jornada a jornada. Algo similar ocurrirá a los costados. Gonzalo Castro se mantendrá aferrado al carril izquierdo y a la derecha, con Nsue sancionado tras su expulsión de Pamplona, emerge Michael Pereira. El galo, que destapó el curso desde el banquillo por culpa de aquella lesión de rodilla que sufrió en Holanda, podría aparecer por primera vez en el once inicial esta temporada.
Arriba, en cambio, Joaquín Caparrós ha ido ensayando en las últimas sesiones con Alejandro Alfaro y Víctor Casadesús, aunque lo más probable es que mantenga pegado al once a Tomer Hemed. El delantero israelí, también concentrado con su país no ha podido trabajar esta semana (participó el miércoles en el encuentro ante Malta), pero cuenta con el aval de los dos tantos que selló en el Reyno de Navarra desde el punto de penalti, que permitieron al Mallorca sumar los primeros puntos del ejercicio como foráneo y acabar con las malas vibraciones. Ahí el técnico deberá decidir entre dos de los tres futbolistas para ponerle la guinda a un once que pretende abrir la nueva era con la mejor de sus caras.