El Mallorca ya cuenta con esa pieza con la que llenar el agujero que tiene en el banquillo desde hace justo una semana. El club balear, a través de Llorenç Serra Ferrer, anunció ayer un principio de acuerdo con Joaquín Caparrós, quien ya está en Palma. El utrerano ha llegado a Son Moix acompañado de todo su equipo de colaboradores habituales y será presentado esta tarde como recambio de Laudrup y como el nuevo líder del proyecto a pie de campo.
La SAD isleña tenía cerrado un acuerdo con el preparador andaluz desde hace unos días, aunque faltaba la aprobación de los administradores concursales, que no parecían dispuestos a validar el pago de una ficha que se acerca al millón y medio de euros.
Serra Ferrer no quiso entrar en demasiados detalles, aunque sí que dio a entender que estos han recomendado al consejo no hacer pública la cuantía de la ficha que percibirá el técnico por los próximos nueve meses de trabajo al frente de la plantilla del Mallorca. «Espero que Joaquín esté para el próximo partido, pero debemos ser prudentes», explicaba el máximo accionista.
«Los administradores han apoyado esta contratación y como responsable del área deportiva estoy satisfecho de que un entrenador de su nivel esté interesado en participar en nuestro proyecto. Esperemos que le salgan las cosas como él se merece», apuntaba. Serra seguía explicando que el técnico llegará hoy a Palma con la intención de pulir los últimos detalles de su incorporación y que «a partir de ahí marcará las directrices que piensa que son las mejores para la dirección deportiva del club».
El vicepresidente del Mallorca reforzó su discurso acerca del futuro técnico recordando que firma por lo que resta de campaña con la intención de que su presencia en la Isla le ayude a revalorizarse. «No le pedimos milagros, es es bueno que nos conozcamos, que él conozca el club. Piensa que Mallorca puede ayudarle a tener unas miras más elevadas, ya que no sólo los jugadores, si no también muchos entrenadores, han sido capaces de hacer un buen trabajo aquí».
Autorización
Con respecto a la autorización de los administradores concursales, presentes en la interminable reunión del consejo celebrada ayer en Son Moix, Serra se mantenía firme. «Ellos son gente seria y responsable, vigilan la gestión económica y han escuchado los argumentos del presidente, además de los que he podido dar yo», argumentaba. «Después de este año que trabajamos juntos han visto compromiso y austeridad. Velan porque este proyecto no se pase de las líneas que ellos nos marquen. El presupuesto ha bajado de 48 millones a treinta y algo. Y hay que recordar que estos 16 millones son una cifra muy importante y difícil de conseguir», se justifcaba.
Serra Ferrer, que insistió al recordar que los contactos con Caparrós se iniciaron tras la salida de Laudrup, aseguró además que la llegada del andaluz y todo su equipo al cuerpo técnico no afectará a la situación de Miquel Àngel Nadal o Pep Alomar, que seguirán trabajando al servicio de la plantilla.