Sólo 24 horas después de que Llorenç Serra Ferrer señalara como prioridad la contratación de un defensa central con el que suplir al lesionado Nunes, Michael Laudrup se destapa con un discurso muy diferente. El entrenador del Mallorca asegura que puede sobrevivir con tres hombres en el eje de la defensa y considera que la mayor urgencia del grupo pasa ahora mismo por la llegada de un delantero centro, una posición en la que resulta prácticamente imposible improvisar. «Sigue siendo más importante traer un delantero centro», destacaba ayer el danés a través de la página web oficial del club balear.
Ahora mismo Laudrup sólo tiene a su disposición a Tomer Hemed y a Víctor Casadesús, por lo que el déficit atacante que ya exhibía en la última parte de la campaña anterior se ha agudizado. Con el ingreso en el grupo de Alejandro Alfaro se ha duplicado la cantidad de recursos en las cercanías del área contraria, pero hace falta bastante más contundencia. El equipo ha completado una pretemporada aceptable, pero si de algo ha carecido es de pólvora. Por eso, el técnico argumenta su postura destacando que la llegada de un punta «es la prioridad absoluta para mí, tenemos tres centrales y podemos inventarnos otro jugador como central, pero no podemos poner un central como delantero. El objetivo número uno es el delantero de referencia porque no podemos dejar a Tomer Hemed aislado ahí», sentenciaba.
Diálogo
Llorenç Serra Ferrer, por su parte, también se mostraba partidario de dialogar con el técnico acerca de los próximos refuerzos, aunque centraba la vista en otra posición del terreno de juego. «Si teníamos posibilidad de invertir en un delantero esto nos resta un poco de posibilidades», advertía antes de matizar que «nosotros consensuamos con él (Laudrup) características para que se sienta a gusto».
Lo cierto es que al Mallorca se le acumulan las exigencias mientras su margen de maniobra se acorta peligrosamente. El club tiene hasta el próximo día 31 para darle forma a la plantilla, aunque el desarrollo de los acontecimientos no le ayuda demasiado. Después cuidar al detalle la renovación del plantel y hacerlo además siguiendo estrictamente los plazos adecuados (trabajó durante el stage de Holanda con cinco de los nuevos futbolistas y el sexto se sumó al trabajo durante la semana previa al Trofeu Ciutat de Palma), todo parece haberse complicado de un tiempo a esta parte. La entidad llevaba casi un mes rastreando a fondo el mercado para dar con un delantero. La línea ofensiva debía acicalarse durante la última parte de la reforma y todos los esfuerzos iban dirigidos ahí, pero la grave lesión de Nunes y el inicierto futuro de Jonathan de Guzman lo han ensombrecido todo y le obligan a mirar a otros lados. Además, la situación económica tampoco permite demasiadas licencias y amenaza con dejar algunos de los cambios en el aire.
En cuanto a De Guzman, Laudrup cree que esta semana va a ser fundamental para el desenlace del culebrón. «Hay un club interesado en él con el que no hay relación, o hay una relación muy mala. Si el jugador quiere ir allí y ese equipo paga la cláusula entonces no se puede hacer nada. Temo que el Villarreal espere a la vuelta de la Champions que es este martes para tomar una decisión, por lo que para mí el 24 de agosto puede ser un día clave y tenemos que estar preparados para todo», avisa preocupado.