El Mallorca reformará su vestuario de arriba a abajo. El club balear pretende reforzar su primera plantilla con al menos media docena de caras nuevas y ya ha enfocado las posiciones que deberá fortalecer. El segundo proyecto Serra-Laudrup, que ayer volvieron a reunirse en la Isla para sentar las bases del destino, presenta varias grietas que deberán taponarse en las próximas semanas.
La cúpula balear, en consenso con el entrenador danés, explora el mercadillo del fútbol profesional en busca de un lateral derecho; otro izquierdo; un defensa central, dos si el club vende a Iván Ramis, un mediapunta y como mínimo un delantero, que podrían ser dos en el caso de traspasar al camerunés Pierre Webó.
Apenas diez días después de finalizar el campeonato, la única decisión que ha tomado la entidad isleña afecta a los jugadores que acaban contrato. No ha renovado a Germán Lux, Ayoze Díaz ni Rubén González -ayer mismo se comprometió con Osasuna-, mientras que es previsible que Pep Lluís Martí pueda renovar en los próximos días.
También hay jugadores con contrato en vigor que no entran en los planes ni del cuerpo técnico ni de la dirección deportiva, como el caso de Enrique Corrales, con un año más, una ficha elevada y al que le buscan una salida.
El camino a seguir por el club balear dependerá en buena medida de los traspasos que puedan producirse. Iván Ramis, Gonzalo Castro y Pierre Webó son, a día de hoy, tres de los futbolistas más cotizados del vestuario y que tienen todos los números para abandonar la entidad. Por el central mallorquín, de 27 años, ya han preguntado algunos clubes de la Bundesliga.
El caso del uruguayo, con un año más de contrato, sigue con un buen nombre en la Liga española a pesar de su descendo de rendimiento en la segunda parte del curso. Y el camerunés, después de haber completado la mejor campaña goleadora de su historia (11 goles), también dispone de un buen nombre en la Premier League o en el fútbol francés
Hay debutantes que han tomado impulso en su estreno en la máxima categoría, caso de De Guzman, Nsue o Pereira, pero que se consideran «intransferibles», salvo que lleguen ofertas irrechazables por ellos.
En cuanto a la ruta inversa, es decir, al capítulo de altas, desde la dirección deportiva del club balear, cuyo timón maneja el máximo accionista Llorenç Serra Ferrer, se está a la espera de los descartes que realicen los clubes grandes. El pobler espera aprovechar sus buenas relaciones con los gestores de Barcelona, Atlético de Madrid o Valencia, entre otros, para reformar el vestuario y potenciar el nivel de una plantilla que deberá aumentar su nivel para cumplir con las exigencias de Michael Laudrup y arrancar el nuevo proyecto con ciertas garantías.
La incógnita que preside en varios banquillos importantes de la Liga (Sevilla o Atlético) también está ralentizando la toma de decisiones.