Los aficionados del Real Mallorca que acudieron a la terminal de llegadas de Son Sant Joan para recibir al Villarreal, se marcharon como vinieron, sin ver ni rastro del equipo de Castellón. El 'submarino amarillo' utilizó la terminal de la aviación civil para evitar pasar por entre la hinchada del equipo rojillo, que en un número de cien seguidores aproximadamente, se concentró portando pancartas alusivas a la crisis que se produjo el verano pasado y que acabó con el equipo amarillo ocupando la plaza europea que se ganó el Mallorca en el césped.
A medida que iban pasando las horas y en la terminal de llegadas no se veía ni rastro del equipo amarillo, los seguidores fueron abandonando la zona, aunque prometieron que durante el partido chillarían todo lo que no lo pudieron hacer ayer.
Las fuerzas de seguridad del estado hicieron acto de presencia en la zona donde se situó la hinchada, pero no hubo que registrar ningún tipo de incidente. Esta mañana la afición se concentrará pasadas las diez en la zona del Mallorcafé para merendar a base de 'coca de trampó' en una iniciativa que se ha titulado 'trampó per trampós' en alusión a las maniobras que hizo el equipo castellonense para arrebatar la plaza de la Europa League al Mallorca.
El club también se ha movilizado esta semana y ha agotado las tres mil entradas a precios populares que puso a disposición de los socios para el partido de esta mañana. Inicialmente el horario hacía presagiar que la afición no estuviera muy por la labor de acudir al campo, pero desde el Mallorca reina el optimismo y Son Moix finalmente presentará una gran entrada de público. Es un día de 'trampó' y fútbol. Un buen menú.