Las últimas páginas de la agenda del Real Mallorca 2010-11 contemplan un caso paradójico: el 'caso Ayoze'. El lateral canario es indiscutible en las últimas jornadas, pero no hay discusión sobre su continuidad. El futbolista termina contrato el 30 de junio y el club no ha vuelto a dirigirse a él desde que a principios de temporada le propuso una ampliación que jamás concretó.
El jugador quiere seguir. Está a gusto en el club y la Isla, pero su deseo se desvanece. Sus opciones de seguir se esfuman pese al déficit de efectivos que presenta el mercado en la posición de lateral izquierdo. La irrupción de Kevin ha sido bienvenida en el flanco zurdo de la defensa y, al mismo tiempo, la reciente titularidad del canario no ha impedido que el paso del tiempo dejara sin efecto la predisposición del club para retenerle. Desde aquella declaración de intenciones, el silencio.
Ayoze recibirá una bonificación estipulada en su contrato si disputa el próximo encuentro ante el Racing de Santander, aunque sus carreras en el estadio que le vio debutar en Primera podrían ser de las últimas que dé con la elástica rojinegra. La permanencia está apalabrada y el Mallorca dispone de margen para diseñar el próximo curso. La notable actuación del canario en el tramo final parece que no será suficiente.