La iniciativa de la Federació de Penyes Mallorquinistes de invitar a todos los aficionados a un plato de paella para darle la bienvenida a Gregorio Manzano desbordó todas las previsiones. Más de 1.500 platos se repartieron en los prolegómenos de una noche que comenzó con sabor.
Desde las siete y media de la tarde, cientos de seguidores se acercaron hasta la puerta del Mallorcafé para degustar un plato de paella y un vaso de sangría. El éxito sorprendió a los propios organizadores, que al final lamentaron no poder servir más platos ante la avalancha de peticiones. ¿Quién dijo que no se podía comer paella antes del 'furbo'? Pues Manzano también en esto se equivocaba...