El técnico del Mallorca, Michael Laudrup, ha avisado hoy de que el domingo, en el estadio de Riazor, ante el Deportivo de la Coruña les espera «un partido muy difícil» porque el conjunto blanquiazul «querrá demostrar que pueden jugar mejor de lo que lo hicieron ante el Levante».
«Hay que estar preparado ante un rival que se encuentra muy cerca de la zona peligrosa y querrá sumar los tres puntos para alejarse de allí», ha subrayado Laudrup.
El Mallorca viajará a la Coruña con 38 puntos en su casillero y con el objetivo de amarrar, prácticamente, la permanencia con un triunfo, que sería el segundo consecutivo tras vencer la jornada pasada al Real Zaragoza (1-0) en el Iberostar Estadi.
Sin embargo, el técnico danés no ha querido lanzar las campanas al vuelo ante la hipotética posibilidad de luchar por una plaza en Europa.
«No puedes tener dos objetivos a la vez; primero hay uno: la permanencia, y llegado a los 42 puntos, ver cuántos partidos quedan. Veremos si hay tiempo para ese u otro objetivo hasta final de temporada. Hasta que lleguemos a esos números no podemos luchar por dos objetivos», ha explicado.
El preparador mallorquinista sólo contará con la baja de Jonathan de Guzman por sanción puesto que con el alta médica de Víctor Casadesús y Pina durante la semana, la enfermería se ha quedado vacía.
No obstante, explicaba que tras la reincorporación de los internacionales -Emilio Nsue, Pierre Webó y Dudú Aouate- y el regreso de Joao Victor de Brasil para arreglar unos temas burocráticos, el japonés Aki es la única duda.
Aunque ha reconocido no haber «hablado mucho del partido con los jugadores para que no se obsesionen», Laudrup cree que «el primer gol puede ser muy importante y puede valer un partido».
«Nosotros no sabemos estar atrás con diez tíos y ellos, en casa, tampoco lo van a hacer», ha subrayado Laudrup.