Michael Pereira sigue en el laberinto. El centrocampista francés, que se perfilaba como titular, pudo perder ese privilegio en las vísperas del encuentro. La expedición mallorquinista había quedado a las 12.15 horas en el estadio de Son Moix para concentrarse de cara al partido frente al Zaragoza. Todos los convocados acudieron puntualmente a la cita... excepto el interior galo. Pereira se presentó con treinta minutos de retraso, a las 12.45 horas en concreto. El autobús partió antes de que llegara el francés, que se desplazó hasta el hotel de concentración en el vehículo del fisioterapeuta.
El francés creía que el inicio de la concentración se había fijado a la una menos cuarto y no media hora antes, como sí entendieron el resto de expedicionarios.
Michael Laudrup, obviamente, se mostró contrariado por el retraso del futbolista, que se perfilaba como titular, según el ensayo a puerta cerrada realizado el pasado viernes. El técnico danés no suele variar sobre la marcha; es decir, si ensaya con un equipo titular, éste es el que plasma el día del partido.
Pereira se enteró de su suplencia durante la charla habitual que ofrece el preparador mallorquinista una hora y media antes de la cita. Aunque Laudrup no le dio ninguna explicación, el galo sabía que había perdido la posibilidad de regresar al once por su retraso. El técnico quizás no le veía concentrado para encarar un encuentro vital en la lucha por la salvación.
Pereira permaneció en el banquillo ¡88 minutos!... Presente en todos los partidos de la temporada, nunca había jugado tan poco. Y, además, en apenas cinco minutos, contando el descuento, perdió un par de balones que propiciaron las ocasiones más claras del Zaragoza, entre ellas un disparo al larguero de Braulio.