La rescisión del contrato de Fernando Pons Niza como director deportivo del Real Mallorca se ha convertido en un vodevil. La irrupción de la nueva propiedad encendió la mecha de un «culebrón» que, siete meses después, sigue filmando planos a cual más surrealista. El último de ellos, un burofax remitido por el club balear a Pons comunicándole que ya ha expirado su contrato y que puede pasar a recoger el finiquito cuando quiera. Y es que la entidad, según los administradores concursales, deja sin efecto la renovación que le firmó Vicenç Grande al director deportivo hasta el año 2014 y considera extinguido su compromiso. Pons entiende todo lo contrario. El mismo día que el Mallorca le comunicaba la finalización de su contrato, el pasado jueves, pedía de nuevo la baja por una «enfermedad común»... Surrealista.
El 11 de febrero de 2010 comparecía en rueda de prensa para aclarar que no tenía ninguna intención de dimitir. «Si viene un propietario y no cuenta conmigo, seguro que llegaremos a un acuerdo», apuntaba con sorna el director deportivo. Un año después, sigue en el cargo.
El 20 de mayo de 2010, un día después de que Mateu Alemany anunciara el concurso de acreedores, desde el club confiaban en la dimisión de nando Pons en un «plazo máximo de 72 horas». Nueve meses después, sigue en el cargo.
29 de junio de 2010 la nueva propiedad exterioriza que no cuenta con Pons: «A un profesional simplemente se le acaban los ciclos. Yo también tuve que irme y buscarme la vida», dice Serra.
El 8 de julio de 2010 regresa a su despacho. «Mi postura es realizar una transición correcta y poner las menos pegas posibles para salir del club». Siete meses después, sigue en la entidad.
El 13 de agosto de 2010 la administración concursal demanda a Nando Pons para que devuelva el premio del millón de euros. «Es una donación que perjudica a la masa de acreedores». Aún no ha retornado el premio.
El 18 de agosto de 2010 se ríe del club y dice que pasa el tiempo «viendo fútbol, que es lo que me gusta»
El 1 de septiembre de 2010 el director deportivo pide la baja por un problema en la espalda. Ese día debía incorporarse a su nueva ubicación, en la Fundació.
El 10 de septiembre de 2010 los administradores exigen a Pons que restituya 1.052.631,59 euros en la demanda de reintegración.
El 2 octubre de 2010 Pons ordena a sus abogados que intenten llegar a un acuerdo para abandonar el club. Cuatro meses después, sigue en el cargo.
El 26 de octubre de 2010 el Mallorca da por rotas las negociaciones con Pons, a quien acusa de no querer alcanzar ningún acuerdo.
El 26 de noviembre de 2010 pide reincorporarse a su puesto de trabajo... e irse de vacaciones en diciembre. La administración trabaja con el objetivo de anular el último de los contratos que firmó Pons y que expira en 2014.
El 4 de diciembre de 2010 Pons insiste en percibir más de 1,6 millones pero el club y la administración argumentan que su compromiso no tiene validez. Sin acuerdo en el acto de conciliación entre ambas partes.
El 15 de diciembre de 2010 presenta una demanda contra el club por 1'6 millones de euros por «falta de ocupación efectiva».
El 22 de diciembre de 2010 valora finiquitar a Pons tras recabar pruebas, por medio de un detective privado, que evidencian que su baja laboral era ficticia.
El 14 de enero de 2011 ambas partes ultiman el acuerdo para la rescisión del contrato. Nando renuncia al finiquito, que equivale al millón de euros -600.000 netos- que recibió de Grande. Sin embargo, no hay acuerdo con los 400.000 euros pagados a la Agencia Tributaria.
El 22 de enero de 2011 sale a la luz un informe en el que desaconseja la contratación de Laudrup.
El 3 de febrero de 2011 el Mallorca comunica que su contrato expiró el pasado 31 de enero y que puede recoger el finiquito. Ese mismo día, Pons entrega un parte de baja por una «enfermedad común»...