A sólo un paso de atravesar la verja que delimita el ecuador de la Liga, el Mallorca sigue presentando unos números de lujo. Pese a la austeridad de su manual, su irregularidad en algunos tramos de la campaña o los socavones del mes pasado, el equipo bermellón tiene a tiro de piedra la posibilidad de completar la cuarta mejor primera vuelta de su historia en la máxima categoría, algo que muy pocos sospechaban cuando el proyecto empezaba a dar los primeros pasos. Los de Laudrup, que doblarán el lunes en el Vicente Calderón la esquina del campeonato, se instalarían sobre la barrera de los 30 puntos con una nueva victoria y seguirían la estela del ejercicio anterior (llegó a este mismo puntos con 34 en las alforjas), en el que estuvieron pujando por una plaza en la Liga de Campeones hasta el último segundo de la competición.
De momento, el punto de referencia que más brilla en el historial bermellón es precisamente el de la temporada pasada. Con Gregorio Manzano al mando de la nave, el Mallorca 2009-10 llegó a la mitad de la Liga con diez victorias a cuestas (ante Xerez, Tenerife, Valladolid, Getafe, Racing, Almería, Zaragoza, Athletic y Deportivo en casa y ante Osasuna fuera), cuatro empates (Villarreal, Atlético, Valencia y Espanyol) y cinco derrotas (Sevilla, Sporting, Barcelona, Málaga y Real Madrid). Además, había firmado 33 goles (ahora lleva 10 menos) y había recibido 21, exactamente los mismos que acumula hoy.
El segundo gran hito en el camino del Mallorca por las plantas superiores coincide con la segunda temporada del equipo tras el último ascenso (1998-99), con Héctor Cúper ocupando el banquillo del Lluís Sitjar. El técnico argentino, que un año antes había cautivado a la afición isleña, superaba unos registros que parecían inalcanzables y su plantilla, gracias a un orden admirable y una gestión excelente de sus goles, acababa la primera vuelta en quinta posición y la Liga en el tercer escalón del podio, su techo hasta el momento.
La tercera gran postal que ha redactado el Mallorca desde la línea central del calendario corresponde al curso 2000-01. El equipo, liderado desde la banda por Luis Aragonés, acampó frente a una de las mejores vistas del campeonato gracias a los 31 puntos que había ido recopilando y los estiró después para componer uno de las campañas más recordadas de su biografía.
Ahora, el Mallorca puede aprovechar su visita al campo del Atlético para soñar con otra clasificación europea, algo que ha conseguido siempre que ha alcanzado este punto de la película con los bolsillos tan llenos. De momento, la plantilla ya ha rectificado el rumbo en su propia casa y es ya el quinto equipo más fuerte en su estadio (20 puntos) por detrás de Madrid, Villarreal, Espanyol y Barcelona, y el segundo local que menos tantos recibe (4), sólo superado por la escuadra de El Madrigal.