Con el cuerpo magullado por los últimos resultados y un ojo puesto en el mercado invernal de fichajes, el Mallorca ha vuelto a la carga. Después de un breve espacio para el asueto navideño, el equipo de Michael Laudrup se arremangó ayer otra vez en su cuartel de la ciudad deportiva y regresó a los entrenamientos para empezar a preparar un inicio de año frenético y cargado de compromisos, para comenzar a ascender una cuesta de enero que todavía podría empinarse algo más en función de lo que ocurra en los compromisos a corto a plazo y de los posibles avances que se produzcan en la Copa del Rey.
La gran atracción del regreso era ver de nuevo en acción a los futbolistas marcados por el interés de otros clubes, como Castro y Ramis. El uruguayo, de cuyo futuro dependerá además la inscripción del japonés Akihiro Ienaga, sigue siendo el mejor colocado en el escaparate bermellón, aunque el pobler , en la órbita del Paris Saint Germain según la prensa francesa, también se encuentra en una posición especial.
Los futbolistas del Mallorca, que se marcharon de vacaciones tras padecer la caída copera de Almería, apenas han tenido cinco días para desconectar de la rutina de los entrenamientos y cargar las baterías en el plano anímico. Pero el calendario y su extraña configuración no admiten demasiadas concesiones. Aún así, no reanudó la actividad el grupo rojillo al completo, ya que los brasileños Joao Victor y Ratinho, que viajaron a su país para disfrutar de las fiestas, cuentan con el permiso del club para reengancharse a los entrenamientos a partir de esta tarde.
Al margen de esas dos ausencias, Laudrup sigue cargando con las molestias que arrastran varios jugadores como Lux (volvió de Almería con un fuerte golpe en el pie derecho), que sin embargo pudieron participar en el entrenamiento con normalidad. Mientras tanto, Pina, Tejera, Martí y Corrales realizaban carrera continua y se retiraban antes de la sesión entrenamiento para tratarse en el interior de las instalaciones.
Optimismo
Después, en la sala de prensa, Emilio Nsue analizaba el momento por el que atraviesa el equipo y se mostraba optimista de cara a una reacción del equipo. «El Getafe fue superior, el día del Racing cualquiera pudo ganar y tuvimos mala suerte y ante el Villarreal decir que fue claramente superior. Ahora nos toca pasar esta racha, esperamos cortarla este fin de semana. Hay que cambiar la racha negativa en el Iberostar Estadio», apuntaba antes de mirar hacia la visita del Hércules: «Será un rival muy complicado, nos pondrá las cosas difíciles. Si salimos dormidos nos van a ganar, sabemos que no somos ningunos cracks y si no trabajas se nota. Los pequeños detalles marcan la diferencia».
Cuestionado acerca de las suplencias que ha protagonizado en los últimos tiempos, Nsue destacaba que «tengo los pies en el suelo, Pereira también merecía jugar, somos varios jugadores en ataque, confío en mí e intento luchar. A nadie le gusta ser suplente, pero soy muy jóven. Además, estoy bien aquí y todo el mundo tienen rachas».
Emilio, que durante la última parte del entrenamiento mantuvo una disputa con Ramis a la que después le quitó importancia («ha sido una jugada fortuita, esto pasa todos los días; si no soy yo le ocurre a otro, pero se queda ahí»), valoró además la polémica entre la AFE y la LFP con respecto a la jornada del día 2 de enero. «A los jugadores nos da igual jugar un día u otro, lo importante es jugarlo. Entiendo a la AFE, pero los futbolistas ahí no podemos entrar. Sea lo que sea, ojalá podamos jugar», destacaba.
El canterano tampoco pudo evitar referirse a las altas y bajas que podrían concretarse el mes que viene. «Cada uno lleva su tema, aunque en el vestuario nos alejamos de ellos», comentaba. «Sabemos que viene Ienaga y yo no le visto jugar, pero le deseo mucha suerta y le esperamos con los brazos abiertos. Le haremos su llegada más fácil», señalaba.